miércoles, 25 de diciembre de 2013

La tanquista Ekaterina Petliuk

Ekaterina Petliuk,

"Esta mujer excepcional, chófer mecánico de tanque Ekaterina Petliuk, en el frente era apodada la chica temible. 

El Mariscal de la URSS Yakubovski, explicará tal apodo en sus Memorias señalando que: Por los disparos de su tanque encontraron la muerte vacías decenas de nazis. La fama bélica de la valiente Katya Petliuk resonó en la batalla de Stalingrado, junto a las riberas del Dnieper, junto a los muros de Kiev, Zhitomir y de otras ciudades. 

Empero, ella soñaba con ser aviadora: 
- ¿Ekaterina Petliuk? Su salud es envidiable –le dijeron los de la comisión médica. Pero, solo que la estatura, de un metro 51 centímetros no la acompaña para la Escuela Aérea. 
El silbido de la fábrica anuncia el término del turno y minutos después parte ya corriendo Katya Petliuk hasta el Club aéreo de Kirovograd, donde está aprendiendo a volar. El instructor suele decirle: 
-Excelente chica, vas a ser una buena instructora... 
No sería malo que por lo menos fuese instructora, pero... 

Aquel domingo por la mañana Katya se había despertado temprano y seguía acostada con los ojos cerrados. Se sentía feliz, ya que por fin se había cristalizado su sueño: era ya instructora. Mañana emprenderá el vuelo con el primer alumno. 
De pronto irrumpe el padre en el dormitorio. 
-Levántate Katia que estalló la guerra... 
Kirovograd 
En el comisariado militar no pudieron negarse ante la petición que con tenacidad planteaba la joven. Y Katya Petliuk fue asignada al ejército para cumplir tareas de plegadora de paracaídas. 
Nuestras tropas estaban retrocediendo, y cada kilómetro de suelo natal entregado pesaba sobremanera sobre el corazón. Y esos kilómetros eran tantos... 

Al frente, al frente, era el clamor, a combatir a los fascistas, y vengarse por las aldeas incendiadas, por la sangre y las lágrimas de los soviéticos. 
Katlia fue la primera en presentarse ante la comisión que seleccionaba voluntarios para la escuela de tanquistas. Allí también prestaron atención a su contextura. “Se ve muy frágil mientras que el tanque necesita de fuerza para conducirlo. Los escépticos no podían suponer cuánta era la fuerza de aquella joven... 

A fines de 1942, la columna de tanques partió desde la factoría misma hasta el frente. Ante las palancas de uno de esos vehículos iba sentada la sargento mayor de la Brigada de Tanques 56, Ekaterina Petliuk. Combates cruentos y encarnizados se libraban al noroeste de Stalingrado, pues el enemigo pugnaba por llegar al Volga. 

Para dirigir a los tanques en el combate, cada vehículo para mayor comodidad tenía su nombre. Los tanquistas elegían por lo general nombres altisonantes: Águila, Halcón, Temible, Gloria. El tanque que conducía Katya Petliuk tenía también su nombre. 

Los que vieron un viejo documental soviético, una crónica de la batalla de Stalingrado, recuerdan con toda seguridad el episodio en que se muestra la captura de los cabecillas de una agrupación fascista. Con la cabeza inclinada van saliendo desle el sótano de una tienda el Mariscal de Campo Paulus y los oficiales de su Estado Mayor. Y a un lado, en la plaza, se encontraba una columna de tanques. Entre los tanques pesados había uno de tipo ligero, un T-60, en cuya torreta se leía el nombre: Maliutka, o sea, pequeña. Ese era el tanque de Ekaterina Petliuk, quien mas tarde contará que: 
En Stalingrado, en la torreta de mi tanque estaba escrito un nombre, Maliutka. Personalmente no ponía muchas objeciones debido a que era en realidad, Maliutka, pequeño, con siete toneladas y media de peso y en nada se distinguía de los otros tanques. Ese nombre tierno no me enfadaba, sino por el contrario. 

T-60 soviético, modelo 1941 

La inscripción fue hecha en la fábrica. Ni los tanquistas ni Katya sabía entonces por qué se había bautizado el tanque con ese nombre. Y solo 37 años mas tarde fue relatada la sorprendente historia de Maliutka por el periódico Pionerskaya Pravda. En el despacho titulado, El tanque de Ada Zanieguina, se citaba el texto de una carta, impresa en un día invernal del primer año de la guerra en el periódico Omskaya Pravda: Yo, Ada Zanieguina, tengo seis años. Hitler me echó de la ciudad de Sichecvka, de la región de Smoleinsk. Quiero volver a casa, pero sé que es necesario derrotar a Hitler para que podamos regresar entonces a casa. He juntado 125 rublos y 25 kopecs para juguetes, pero ahora los entrego para un tanque. Querido director: Escribe en un periódico a todos los niños para que ellos entreguen también su dinero para un tanque. Y lo llamaremos Maliutka. Cuando nuestro tanque acabe con Hitler volveremos a casa. Ada. 

A continuación de la carta de Ada, en las páginas de Omskaya Pravda fue publicada la carta de Alik Solosov, de seis años: Quiero regresar a Kiev, y del dinero juntado para botas entrego 135 rublos y 56 kópecs para la construcción del tanque Maliutka... Los dirigentes urbanos de Omsk enviaron un telegrama al Comandante en Jefe Supremo: Los escolares, en su deseo por ayudar al heroico Ejército Rojo a derrotar definitivamente al enemigo, entregan el dinero reunido por ellos para juguetes y muñecas para la construcción de un tanque, y piden que le den el nombre de Maliutka...

Orden de la Estrella Roja 
Con el sello de Telegrama Superior del Gobierno, llegó uno del Kremlin con el siguiente texto: Ruego transmitir a los niños de la ciudad de Omsk, que han juntado 160.886 rublos para la construcción del tanque Maliutka, mi saludo cordial y la gratitud del Ejército Rojo. Stalin. 

Y el tanque Maliutka fue construido, y en la factoría fue entregado a Ekaterina Petliuk, quien entonces no conocía la historia de su tanque. 
Por la noche, al amparo de la oscuridad, los tanques salieron a la posición de partida. Ekaterina Petliuk recuerda que: 

El 27 de enero de 1943 entramos combatiendo en la localidad de Voroshilov, eso ya en Stalingrado. Entonces estrechamos más el anillo del 6º Ejército fascista de Paulus. Los combates eran enconados, implacables, redoblados por el frío del invierno. El frío me calaba todo el cuerpo llegando a pensar a veces que nunca entraría en calor. Observaba los tanques del enemigo. El campo de batalla y de dónde nos disparaban. Mi jefe era entonces el sargento mayor Zitovich. Hacía un día ya que estábamos en combate y nuestro tanque comenzó a ser atacado por cañones. El tanque dio un giro brusco por una ola expansiva, el vehículo se remeció, yo quedé sorda, y tras recuperarme, al abrir los ojos noté de inmediato el nuevo destello del cañonazo: 

Orden de la Guerra Patriótica 

-Ajá, de allí disparas bandido... Informé al jefe del carro las coordenadas y dos proyectiles hicieron añicos el cañón enemigo. Día tras día y noche tras noche los tanquistas avanzábamos hacia el occidente. 

En el pecho de la sargento mayor de la guardia Ekaterina Petliuk brillaban ya las medallas de la Estrella Roja y de la Gran Guerra Patriótica de segundo grado. La primera, por los combates en las riberas del Volga, y la segunda, por la batalla de Kursk. Pero Katya se despidió de su carro en la ribera del Dnieper. El paso de esa artería fluvial estaba fijado para la medianoche. Los tanquistas se habían camuflado en un bosque pequeño. Cansados, exhaustos a causa de los encarnizados combate se quedaron dormidos sobre el pasto, junto al carro. Solo Katya no podía conciliar el sueño. Acostada con los ojos abiertos escuchaba el ruido del agua. No lamentaba que no pudiera combatir en los cielos, pues en la tierra había encontrado un lugar en la batalla. 


Ingenieros soviéticos construyendo un paso sobre el Dnieper, 1943 
Finalmente quedó dormida pero por poco tiempo, pues la despertó el capital del tanque. Los tanquistas habían echado a andar ya los motores y había comenzado el cruce del río. El Dnieper había quedado ya atrás pero en las afueras de la aldea de Zarubenzi los fascistas descargaron todo el fuego de su artillería. Un proyectil termita impacto sobre la coraza del tanque y Katya alcanzó a abandonarlo de un salto. Pero no lejos estalló una mina y Katya, con la explosión ensordecedora no sintió siquiera las esquirlas que se insertaban en su cuerpo. Gravemente herida fue enviada a la retaguardia. 

Después del hospital, Katya Petliuk, Maliutka, retornará al frente, a seguir vengándose por la sangre y las lágrimas de su pueblo..."

sábado, 21 de diciembre de 2013

Ucrania: de encrucijadas y manipulaciones

Los acontecimientos de los últimos días en el país eslavo nos han creado una profunda tristeza. Tristeza al ver la voracidad de los imperialistas para apoderarse de un país soberano y de sus recursos. Tristeza al ver cómo manipulan los voceros de ese mismo imperialismo. Y tristeza al ver la desorientación de cierta izquierda ante el problema ucraniano. La imagen made in USA de “jóvenes antisistema que luchan contra el gobierno” actúa con el doble objetivo de dividir a una juventud comprometida cada vez más alienada, desideologizada y simplista en el análisis; además de dar una cierta legitimidad “popular” (tanto nacional como internacionalmente al golpe), ha actuado como un potente medio de confusión ante una izquierda desorientada y desideologizada. En Ucrania no hay una revolución, hay un golpe de estado contra la soberanía nacional.

El terrorista McKain jaleando a los fascistas proeuropeos
El problema ucraniano actual, la firma de un acuerdo de adhesión finalmente no materializado con la Unión Europea, se nos ha presentado como una encrucijada entre “Europa” y Rusia o incluso de manera más descarada entre “democracia” y “autoritarismo”. Todo ello con una concepción romántica como los “manifestantes antiautoritarios” y “protestas” de fondo, sin ser analizados los actores (internos y externos) que capitalizan dicha protesta.

Ucrania es hoy en día un Estado independiente. Tal obviedad no sería necesaria repetirla si no fuese por el continuo machaque en presentarnos ese país como “un territorio en disputa entre Europa Occidental y Rusia”. Análisis de este tipo menosprecian a Ucrania como Estado y pueblo, como si fuese incapaz de tomar sus propias decisiones. Se hacen ver los acontecimientos de Ucrania, tanto las decisiones del gobierno, como las protestas, como las abiertas presiones de los diferentes mandatarios, “en clave rusa”, esto es, influenciadas por Putin y a la manera en que pueden afectar a Rusia (los más cándidos sueñan con una “transformación democrática del gigante ruso” influenciada por una Ucrania en la UE). Existe también la obsesión de presentar a Yanukovich como “prorruso”, como si no tuviese más ideología, o como si fuese un títere del Kremlin; obviando los roces que ha tenido con el vecino ruso. Curiosamente, este tipo de análisis que provienen de sectores “anti-Putin”, esto es, partidarios de aislar a Ucrania de Rusia en nombre de su presunta “soberanía”, contribuyen a crear una imagen de Ucrania subordinada a Rusia que no se corresponde con la realidad. De paso se justifica la colonización “europea” de Ucrania, ya que “o es una colonia de ellos, o de nosotros”. La realidad es que Ucrania como un país independiente tiene sus instituciones y capacidad de decisión. Hay gente que todavía no se ha enterado de que Putin no es el presidente de Ucrania, el presidente de Ucrania ha sido votado por los propios ucranianos. Y ahí enlazamos con la siguiente cuestión.

Ucrania es también un Estado “democrático” de democracia formal representativa. No entraremos a valorar ahora si este tipo de democracia es el ideal o no, pero es algo homologable a los diversos países de la UE: se presentan diversos partidos a las elecciones y se forman mayorías y se eligen políticos para tomar decisiones. Organismos internacionales, como la OSCE, reconocen que sus elecciones son limpias y la propia Unión Europea o The Economist en su índice de la democracia sitúan a Ucrania como uno de los países más democráticos de su entorno, sin ir más lejos, más democrático que Georgia, país que acaba de firmar el Tratado de libre comercio y asociación que se le ha ofrecido también a Ucrania. Por lo tanto, el pueblo ucraniano ha elegido al presidente Yanukovich y una mayoría parlamentaria de su partido de forma democrática. Sus decisiones pueden gustar o no gustar, pero tiene la misma legitimidad para tomarlas, como cualquiera de los países considerados “democráticos”. Con lo cual, como presidente democrático de un Estado independiente, el Presidente y el gobierno ucraniano han rechazado firmar el acuerdo de Asociación y Libre comercio con la UE.

¿Cuáles han sido las razones de Yanukovich para no firmar el Acuerdo de Asociación y Libre comercio con la UE? Básicamente han sido razones de pragmatismo económico ante el saqueo que se le avecinaba. La evidencia empírica demuestra que este tipo de acuerdos han perjudicado seriamente la economía de países con una estructura económica similar a la ucraniana. En este sentido, es importante entender que la UE no está ofreciendo una integración a Ucrania, lo que le oferta es una tratado de asociación y libre comercio (como por ejemplo ha hecho con Egipto o Sudáfrica) sin que además, medie ningún tipo de ayuda económica o financiación ventajosa. En cambio, a corto plazo sí que el país debería cumplir medidas destinadas a favorecer intercambios comerciales con los países de la UE lo que abundará en una política económica perjudicial para la mayoría de ucranianos, como por ejemplo, la “reducción del déficit presupuestario” (lo que se traduce como “recortes”), congelaciones salariales, subida de las tasas del gas y limitación del papel del Estado en este sector (privatización) y la apertura de sus mercados interiores a los productos europeos (pero sin ser miembro de la UE, con lo cual se encontraría en una situación vulnerable frente a los productos-dumping europeos).

A largo plazo las perspectivas no son mucho mejores, ya que la ruptura de la armonización aduanera con Rusia y por añadidura con el espacio postsoviético (el comercio de Ucrania con esos países es del orden del 40%, un sacrificio importante), pondría en grandes dificultades a las empresas que dependen de inputs rusos o que exportan a Rusia. Por otro lado, no se ve que los productos ucranianos pudiesen exportarse con facilidad a los países que ya forman parte de la Unión Europea. A largo plazo Ucrania simplemente sería periferia de la UE y, por ello, el presidente Yanukovich ha resumido el programa para el intento de tratado como un “intento de poner de rodillas a Ucrania”. Quizá deberíamos escucharlo a él y a sus razones en lugar de hacer cábalas fuera de lugar sobre la presunta maldad de Putin y sus supuestos “chantajes” y “diplomacia brutal” (palabras del ministro de exteriores sueco Carl Bildt, país que dicho sea de paso, impone su dominación a los países bálticos con extrema virulencia ).

Aquí entran en juego los actores externos. Está claro que y por ellos se entienden las prisas europeas para la firma del acuerdo, sobre todo por parte de Alemania y Polonia, tanto en la persona de los primeros ministros Merkel y Tusk así como de los ministros de Exteriores Westerwelle y Sikorski. Alemania y Polonia han chocado en varias ocasiones sobre la política hacia Rusia, debido a que Varsovia consideraba que Berlín era demasiado condescendiente con Moscú, sobre todo debido a la dependencia teutona respecto al gas ruso. Sin embargo, estos últimos años han entrado en sintonía, precisamente en una línea agresivamente antirrusa. Una línea que aúna las ambiciones alemanas de la expansión económica hacia el Este con las concepciones geopolíticas polacas (compartidas por EEUU, el alma mater de la geopolítica estadounidense, Brzezinski, es de origen polaco) del aislamiento total de Rusia y el cierre de sus rutas occidentales. Así mismo puede que haya habido un cierto ánimo de venganza por el fracaso diplomático occidental frente a Rusia respecto a Siria, y puede ser que hayan querido cobrarse la venganza en el terreno ucraniano. La UE incluso se ha negado a facilitar la presencia de Rusia en las conversaciones con Ucrania, algo que podía ayudar a armonizar los diversos intereses de ese país, con el paradójico argumento de que esa presencia rusa “lesionaba la soberanía de Ucrania”. Cabe destacar que la deuda que arrastra Ucrania con Rusia es en gran parte consecuencia de los nefastos acuerdos firmados en 2009 sobre el gas (a mediados de año se calculaban 2.200 millones de dólares) por la entonces Primera ministra Timoshenko, ella misma empresaria del gas que se enriqueció con la venta al por menor de los bienes estatales soviéticos tras la caída de la URSS.

A todas estas cuestiones se les sumaba que la presidencia rotatoria de la UE estaba en manos de Lituania (no en vano la cumbre de la “Asociación Oriental” de la UE se celebraba en Vilnius), un país exsoviético muy alineado con Occidente y partícipe de las concepciones geopolíticas occidentales, en cuya capital Vilnius se celebró la cumbre de la “Asociación Oriental” de la UE. Y como corolario al asunto tenemos el espinoso asunto Timoshenko, la ex Primera ministra encarcelada por corrupción (fue acusada de firmar unas condiciones lesivas en el acuerdo del gas de 2009 con Rusia precisamente, con presuntas compensaciones personales. Por cierto, Putin fue uno de los mayores detractores de la sentencia). Los países de la UE le han exigido a Ucrania que libere a Timoshenko como “prueba de buena voluntad en el avance de la democracia”, lo cual es como pedir a Estado español que libere a Bárcenas de prisión.


Esta es una de las fotos que se ha propagado por las redes sociales, en la que se puede observar como el casco de uno de los protestantes lleva simbología Nazi (una variación de la cruz céltica), así como el 8-8 en su casco que significa Heil Hitler (comentario de los autores) 

Por consiguiente es básicamente a unos recortes y a unas medidas económicas impuestas desde el exterior a lo que se ha opuesto el Gobierno ucraniano. ¿Entonces por qué no despierta más que desprecios esta decisión? Hay cierta izquierda que ve legítima la protesta en Madrid o Atenas contra los recortes de la “troika” o una Bruselas identificada con los “mercados” y presiona a sus respectivos Gobiernos para que no se plieguen al dictado de las mismas. Pero, en cambio, no es así si esta decisión es tomada por un Gobierno soberano aunque periférico al sistema cultural de valores occidental, ya que en este caso último caso esta misma izquierda se alinea con los intereses de los poderes fácticos de la Unión Europea criticando la decisión soberana del gobierno del Estado en cuestión (y además se suma al coro eurocentrista que ataca el país en cuestión como “autoritario”). Incomprensiblemente, la UE torna de ser un ente “al servicio de los mercados” a ser un “agente de la democracia”. Sin duda alguna aquí nos topamos con un tópico icónico en el universo de la izquierda: la santificación de la “protesta”, la toma de partido contra “la autoridad”. Y es precisamente cuando el enemigo utiliza la “protesta social” para injerir y subvertir la soberanía de otro Estado cuando la izquierda aparece inerte frente al ataque ideológico y confusionismo propalado por el imperialismo y sus voceros.

El grueso de este movimiento de “protesta social” consta de pintorescos grupos que protagonizaron las revoluciones de colores principalmente a comienzos del siglo presente. Estos grupos tienen un perfil de militante bien definido: joven, con estudios, de pensamiento cosmopolita (orientado a Occidente) e insatisfecho; lo cual se traduce en un resentimiento muy fuerte contra el “poder” o quien lo detenta. Pero, ¿y la ideología? Nada, no se conoce. Por ello, la mayoría de sus mensajes son muy asimilables, intencionadamente escogidos por el mínimo común: “democracia”, “derechos humanos” (siempre hacen ver que en el país en el que actúan son mucho más violados que en países occidentales), “fuera la corrupción” y frases por el estilo. Sin embargo, el trasfondo ideológico real es muy pequeño. Este tipo de movimientos “de colores” actúan en países en los que se produjo la caída del socialismo en los 90, con la consiguiente pérdida de calidad de vida y derechos sociales, pero apenas vemos críticas hacia el capitalismo como modo de producción, la pobreza o el injusto reparto de la riqueza. Tal vez eso explique la sobrerrepresentación de jóvenes de clase media en este tipo de movimientos. Curiosamente, estos grupos tratan de cambiar gobiernos que en algunos casos, como en Moldavia, estaban clasificados por todo tipo de organizaciones e índices occidentales de democracia como el más democrático de los países postsoviéticos (exceptuando los tres Bálticos –que dicho sea de paso dos de ellos tienes a una parte importante de la población autóctona como apátridas por no darles la ciudadanía-), pero como gobernaban los comunistas montaron otra de sus golpes de estado blandos. Y es que la finalidad de estos grupos sea explícitamente o implícitamente siempre es impulsar las políticas neoliberales, tal y como demuestra la realidad empírica, todos los cambios de gobiernos que han logrado implementar han tenido como resultado un impulso decidido de las políticas neoliberales.

La ausencia de la crítica al capitalismo real (no al capitalismo icónico según la concepción post-materialista y post-moderna), como medio de producción y sociedad de clases (en efecto, la desaparición de la URSS y el desastre consiguiente son conceptos ajenos al análisis político de estos grupos, es más en Kiev han derribado la estatua de Lenin), explica más cosas que las que parecen a primera vista. De hecho, todos estos movimientos de colores se basan en manuales del teórico estadounidense del “conflicto no-violento” llamado Gene Sharp. Este Gene Sharp, quien es la cabeza del Instituto Albert Einstein con sede en los Estados Unidos, es quien ha inventado una nueva técnica de lucha política: las manifestaciones y la llamada “presión popular” serían los sustitutos del golpe de Estado; la “no violencia” la alternativa a la intervención militar. Sin embargo, detrás de esa imagen romántica (romántica de verdad, ya que estos nuevos “disidentes” en muchas ocasiones no tienen empacho de utilizar iconografía tradicionalmente relacionada con la izquierda o el anticapitalismo, como el puño cerrado o palabras como “poder popular” o “desobediencia civil”), se esconde otra cosa: la ambición de una poderosa red estadounidense de ONGs para cambiar por la fuerza a Gobiernos de Estados “inconvenientes” (una realidad no ocultada, tal y como se puede ver en el documental “Estados Unidos a la conquista del Este” en el que los jóvenes del Este y los financiadoras e impulsores de la estrategia desde EEUU se confiesan sin rubor alguno).

Esas redes u organizaciones informales, con amplia base juvenil, casi todos con acceso, conocimiento y costumbres tecnológicas (su puerta de entrada hacia el anhelado “Mundo occidental”) y con una aparición y crecimiento repentinos (esquema que se ha repetido en todos los países donde ha habido alguna “revolución de colores”, protagonizadas por organizaciones prácticamente inexistentes varios meses antes de producirse dichas rebeliones), tal y como ellos mismos afirman no son para nada espontáneas. Esas organizaciones y su “crecimiento repentino” se basan en sobre todo en dos vectores: en las conexiones internacionales y en el “entrenamiento” de los jóvenes activistas opositores. En cuanto al primer vector son claras las conexiones de estas organizaciones y del Instituto Albert Einstein con ONGs muy importantes estadounidenses y europeas, tales como la NED o la Fundación por una Sociedad Abierta de George Soros. Ya lo dijo el mismo Sharp: “Hacemos abiertamente lo que hace 20 años hacía la CIA encubiertamente”. Con la ventaja añadida de contar con una imagen más democrática: es mucho más “vendible” una manifestación de jóvenes idealistas agitando banderas que un golpe de Estado de una banda de militares corruptos. Sin embargo el objetivo sigue siendo el mismo, el cambio de un Gobierno por la fuerza. No es la desaparición de la inteligencia encubierta en las pugnas geopolíticas, sino su desarrollo cuasiperfecto, hasta al punto de manipular movimientos de masas. Cuestión de eficiencia: ya lo dijo Clausewitz: “la política es la continuación de la guerra por otros medios”. Si vemos que destacados políticos como el Ministro de Exteriores alemán Guido Westerwelle o la Subsecretaria para Asuntos Europeos de la Secretaría de Estado de EE.UU. Victoria Nuland han participado en las movilizaciones, Catherine Ashton se ha fotografiado con los “líderes de la oposición” (incluido el ultraderechista Oleh Tyahnybok), y las cancillerías occidentales han llamado a Ucrania que “escuche y/o a las protestas populares” (cosa que los demandantes no suelen hacer con las protestas populares de sus países); se nos plasma claramente el adagio clausewitziano: las protestas actúan como una extensión de la ofensiva diplomática occidentalista.

El segundo vector es el mismo patrón de comportamiento: logos llamativos e identificativos que priman por encima de la ideología, campañas virales, la inevitable caja de resonancia en la prensa (prensa mainstream se entiende) que les presenta como (únicos) “disidentes” y como “ejemplo para el mundo” (con lo cual penetran en la conciencia de la izquierda de otros países), manifestaciones en apariencia “pacíficas” (con asaltos a edificios oficiales incluidos), etcétera. Este mecanismo ya se puso en marcha en 2004 en Ucrania, durante la llamada “Revolución Naranja”, que trajo la imposición de un gobierno pro-occidental que fue un auténtico fracaso. La prueba piloto se hizo en el 2000 en Serbia, contra el Gobierno de Slobodan Milošević. El golpe fue preparado por el grupo Otpor (Resistencia), cuyos líderes han sido encargados de “dar clases de resistencia pacífica” a los activistas en diversos países bajo el nuevo nombre de “Centro para la Aplicación de Estrategias No Violentas” (CANVAS). “Veteranos” de Otpor han sido vistos en Ucrania durante estos días. Srdja Popović, ex líder de Otpor, es un empleado de Stratfor, la “consultora de análisis internacional” cercano a la CIA. Por tanto tenemos a unos “revolucionarios” no tan autónomos en su papel, sino más bien, ejecutores de otros intereses, cuya función es sacar la foto de “protesta de masas”. En Ucrania, durante la “revolución naranja” esta organización análoga a y entrenada por Otpor! Se llamaba “Pora!” (“Ahora”). El legado de Pora! en estas protestas es visible, pero la renovación de la marca se ha dado a través de Femen, supuesto grupo feminista y “sextremista”, cuyas protestas políticas se centran en Putin, en el presidente Bielorrusia Lukashenko, y ahora en el presidente ucraniano Yanukovich (pero jamás en Merkel, Cameron, Obama u Hollande).

Los presidentes ruso y el ucraniano firmando un acuerdo que
inclina el interés de Ucrania hacia Moscú

Sin embargo, una cosa que tienen clara todas estas organizaciones es el derrocamiento del Gobierno de turno. Es algo que en Ucrania se ha visto, con una violencia inusitada: uso de excavadoras contra la policía, uso de gases, cocteles molotov, bengalas, asalto violento al Parlamento ucraniano y al Ayuntamiento de Kiev, algo que en cualquier país de la Unión Europea (o como en Tailandia, como está sucediendo ahora) a la que aspiran en nombre del “antiautoritarismo” sería disuelto sin contemplaciones (con pelotas y balas de goma por ejemplo), no dando la callada por respuesta como ha hecho la policía ucraniana (según datos de Amnistía Internacional, organización que no es precisamente simpatizante de Yanukovich, hay más heridos policías que manifestantes). Y están dispuestos a conseguirlo cueste lo que cueste. En Ucrania ese precio se llama Svoboda, el partido de ultraderecha (sus invectivas racistas contra rusos y judíos son palmarias, así como su reivindicación de los colaboracionistas pronazis y antisoviéticos de la II Guerra Mundial) ahora presente en el parlamento. En la manifestaciones las banderas azules con el logo de Svoboda o las banderas rojinegras de la UPA, el ejército colaboracionista antisoviético de la II Guerra Mundial son bien visibles, así como la aparición del líder ultra Oleh Tyahnybok en las tribunas junto a “respetables demócratas” opositores.

Intentan confundirnos, mistificarnos, ocultarnos la realidad. No es una protesta por la democracia, sino lucha geopolítica. Hoy Ucrania está en una encrucijada, pero no en la encrucijada entre Europa y Rusia o entre democracia (a manos de corporaciones occidentales y ultraderechistas) y “autoritarismo” sino entre soberanía nacional y política económica soberana y colonización europea. La izquierda debe posicionarse en coherencia.

Jon Kortazar Billelabeitia, Asier Blas, Axier Lopez, Beatriz Esteban, Ibai Trebiño, Joseba Agudo, Marikarmen Albizu, Nerea Garro, Ruben Sánchez Bakaikoa, Xabier De Miguel" 

¡Stalin de acero, conciencia del obrero!

LOS COMUNISTAS NO TIENEN POR QUÉ GUARDAR ENCUBIERTAS SUS INTENCIONES. ABIERTAMENTE DECLARAN QUE SUS OBJETIVOS SOLO PUEDEN ALCANZARSE DERROCANDO POR LA VIOLENCIA EL ORDEN SOCIAL EXISTENTE (MANIFIESTO COMUNISTA)



COMUNICADO DE LA RED DE BLOGS COMUNISTAS CON OCASIÓN DEL CXXXV ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE STALIN

Un 21 de diciembre de 1878 nació el hombre que más odio ha concitado jamás a la burguesía.

En él cada burgués vio –y lo más importante: ¡sigue viendo!- el final de su propio mundo, un mundo hecho de guerras entre pueblos, de millones de hombres y mujeres arrojados a la pobreza y la enfermedad, un mundo, en definitiva, de rapiña y destrucción; pero también un mundo hecho de pequeñas miserias e infamias, de las indignidades cotidianas por donde transcurre plácidamente la vida burguesa.

Stalin representa para el proletariado y los oprimidos del mundo un símbolo de firmeza e intransigencia contra nuestros enemigos de clase y contra los oportunistas de todo signo.

Los enemigos de clase del proletariado sienten un odio pavoroso contra Stalin porque a él le correspondió después de la muerte de Lenin, ser el dirigente de la lucha tenaz de obreros y campesinos para consolidar la Dictadura del Proletariado que había sido instaurada por la gran Revolución de Octubre en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Por ello, el camarada Stalin se convirtió en el símbolo del poder de los trabajadores que antes eran explotados y oprimidos, del poder que aplastó no sólo a los reaccionarios internos, sino que rechazó, derrotó y aplastó las embestidas de las bestias imperialistas, una vez culminada la I Guerra Mundial.

El camarada Stalin fue para los oportunistas como Trostky, Bujarin, Zinoviev, Kamenev, etc. y sus herederos, y sigue siendo para todos los oportunistas, un odiado enemigo, porque le correspondió ser el dirigente de la lucha continua que libró el Partido Bolchevique contra estos representantes de la burguesía en el seno del propio Partido, del nuevo Estado y del movimiento obrero, derrotando y desprestigiando no sólo sus tesis ideológicas sino también sus intentos divisionistas y liquidadores del Partido; pero, sobre todo, y esto es lo que más les duele, aplastando con el poder armado de los obreros y campesinos, todos sus sabotajes contra el nuevo Estado y la economía socialista.

Por ello, José Stalin se convirtió en el símbolo de la lucha inflexible e intransigente, contra el oportunismo que es la doctrina que representa los intereses de la burguesía en el seno del movimiento obrero.

En la mirada tranquila de ese hombre sencillo y modesto, la burguesía mundial entrevió el crepúsculo de su recorrido histórico como clase dominante.

Y es natural que así fuera: bajo la dirección política de quien nació ahora hace 135 años hubo un país, la Unión Soviética, que, al precio de casi 40 millones de muertos y una gigantesca devastación, aplastó por dos veces las sucesivas invasiones de que fue objeto por parte de las potencias capitalistas; ese mismo país, en ese mismo periodo, pasó de ser un Estado semifeudal a convertirse en la mayor potencia económica mundial; mientras tanto, se extirpaba el secular analfabetismo, el desempleo, se universalizaba por vez primera en la historia de la humanidad la asistencia médica... Y todo ello sobre bases radicalmente distintas de la explotación del trabajo asalariado por la clase parasitaria llamada burguesía.

Stalin se convirtió en el símbolo de la nueva sociedad en la cual ya no pueden existir parásitos explotadores que pretendan vivir a cuenta de la explotación de las masas trabajadoras.

A Stalin le correspondió el gran honor de haber derrotado y aplastado al fascismo nazi y haber liberado a los pueblos de Europa de tal amenaza. Aunque la burguesía ha tergiversado la historia de la II Guerra Mundial, presentándose ella como artífice de la derrota del fascismo hitleriano, en realidad fue el glorioso Ejército Rojo dirigido por el camarada Stalin quien lo derrotó, lo que le convirtió en un símbolo del triunfo de la guerra del pueblo sobre la máquina de guerra del fascismo y del imperialismo.

El socialismo, el inmenso poder revolucionario de las masas trabajadoras, el Partido y una sólida dirección marxista-leninista, a cuyo frente estaba el hijo de un zapatero georgiano, lo hicieron posible.

El internacionalismo proletario desencadenó una gigantesca corriente de simpatía y admiración por la Unión Soviética y su indiscutible líder. A su muerte, en 1953, millones de ciudadanos no soviéticos de Asia y Europa vivían bajo regímenes socialistas.

A Stalin le correspondió dirigir la consolidación y desarrollo de la III Internacional Comunista y de su lucha por educar, organizar y movilizar al proletariado mundial contra la explotación y la opresión del capitalismo imperialista, logrando que la clase obrera nuevamente “tomara el cielo por asalto” e instaurara su dictadura en países como Albania y China, dando lugar a un campo socialista en más de la quinta parte del planeta.

Por todas estas razones, Stalin se convirtió en el símbolo del nuevo mundo, de la nueva sociedad, donde por primera vez en la historia, la inmensa mayoría, los obreros y campesinos, fueron quienes gobernaron y decidieron el futuro.

El nombre de aquel hombre era y es Stalin, apodo que significa Acero y bien hace honor a la obra de este gran comunista y revolucionario.

Como todo ser humano el camarada Stalin también cometió errores pero criticar a Stalin sin ver el contexto histórico sumamente complicado a que hubo de hacer frente es caer en el más vil oportunismo.

Stalin: obra del rumano Jules Perahim
Detrás de los ataques contra Stalin en realidad se esconden los ataques contra el marxismo-leninismo, contra los principios comunistas.

La defensa de Stalin es una cuestión de principios, particularmente una defensa del marxismo-leninismo que Stalin sistematizó, defendió y desarrolló; una defensa de los partidos comunistas militantes que preparan y hacen la revolución, y la dirigen; una defensa del camino revolucionario al socialismo y el comunismo; una defensa de la revolución proletaria violenta, de su estrategia y su táctica; y una defensa del principio de la dictadura del proletariado.

La defensa de Stalin es una cuestión de principios que los verdaderos comunistas, los marxista-leninistas, deben enarbolar de forma combativa y con orgullo proletario. Defender a Stalin es defender el marxismo-leninismo y la revolución proletaria mundial, contra la burguesía, el revisionismo y el oportunismo.

Stalin está vivo y estará por siempre en la memoria y en el corazón de todos aquellos verdaderos comunistas que no se han dejado embaucar por los cantos de sirena de la democracia capitalista.

¡GLORIA ETERNA A NUESTRO GRAN CAMARADA STALIN, EJEMPLO DE RECTITUD Y FIRMEZA EN LA LUCHA POR UN MUNDO NUEVO!


¡APRENDER DE STALIN Y CONTINUAR SU OBRA Y SU CAMINO!


¡STALIN DE ACERO, ORGULLO DEL OBRERO!


¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO!


¡VIVA LA REVOLUCIÓN PROLETARIA INTERNACIONAL!


¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÍOS!

domingo, 15 de diciembre de 2013

A los inmortales defensores

Por Oleg K.

En muchos lugares del mundo se recuerda la Batalla de Stalingrado. Cuando muchos dudaban de la importancia de aquellas jornadas, el Consejo Estatal de Defensa Soviético por boca del camarada Stalin afirmaba: "¿No entienden que si entregan Stalingrado, el sur del país quedará separado del centro, y probablemente no podamos defenderlo? Además de perder nuestra principal vía fluvial, no sólo sería una catástrofe para Stalingrado, sino para el país, dado que se perderá el petróleo también". (1) 


Porque la victoria soviética confirmó que la Unión Soviética, sola, acabaría con el III Reich. También fue un rotundo grito de libertad para los pueblos (ver al final el excelente poema de Pablo Neruda). Recordemos que fue una catástrofe para la maquinaria de guerra nazi, fueron muertos, desaparecidos o prisioneros cerca de 400.000 alemanes, 235.000 italianos, 200.000 rumanos, 200.000 húngaros y 5.000 croatas.

Mas recordamos en esta fecha, la misma de aquel año. Porque en estos tres días de Diciembre de 1942 se decidió el fín de los sueños genocidas de Hitler. Los nazis realizaron el último intento de abrir el caldero "Der Kessel", donde estaba cercado el 6º Ejército nazi, y donde había sido aniquilado el 4º Ejército nazi Panzer, así como el 2º y 4º Cuerpos de Ejército rumanos.

Las fuerzas blindadas alemanas del Ejército del Don, realizaron un ataque llamado "Tormenta de Invierno" para abrir el cerco de las fuerzas germanas. Lanzaron al combate 400 tanques de golpe. Enfrente de ellos, se situó el 2º Ejército de la Guardia soviético.

Este fue uno de los miles de combates que hubo en aquella gigantesca y decisiva batalla de la Gran Guerra Patria. Pero esta lid tuvo unos héroes increíbles. En la película soviética "Nieve ardiente" se desarrolla con analítica meticulosidad aquel brutal enfrentamiento entre una delgada línea de defensa antitanque y el avance fanático de los blindados teutónicos.

Durante cuatro días, las fuerzas nazis de la 23ª División y 6ª División Panzer atacaron la posición de la 87ª División Soviética de la Guardia al sur del río Mishkova. Cuatro días enteros, rodeados de nieve, con un cansancio que les llevaba al límite mental. En la llanura del campo de batalla circundante, quedaron miles de cuerpos insepultos, víctimas de la artillería y la aviación.

Fue la última oportunidad para cambiar el curso de la batalla de los nazis, y emplearon todos los medios posibles, tanto terrestres como aéreos. Aquella división hizo un esfuerzo sobrehumano, y sus baterías desbarataron todos los ataques hitlerianos. Aquellas bestias pardas quedaron a escasos 50 kms. de Stalingrado, siendo detenidos.

En memoria de aquellos héroes, sobre guión de Yuri Bondarev se hizo la película mencionada sobre aquellos cuatro días (en nuestro apartado de cine soviético podemos verla subtitulada). Que es, sin lugar a dudas, una de las mejores películas sobre aquella batalla. Apreciamos su calidad, la extraordinaria interpretación de los actores, la impecable sensación de autenticidad, de la muy desconocida cinematografía de la URSS.

NUEVO CANTO DE AMOR A STALINGRADO


Yo ESCRIBÍ sobre el tiempo y sobre el agua,

describí el luto y su metal morado,

yo escribí sobre el cielo y la manzana,

ahora escribo sobre Stalingrado.



Ya la novia guardó con su pañuelo

el rayo de mi amor enamorado,

ahora mi corazón está en el suelo,

en el humo y la luz de Stalingrado.



Yo toqué con mis manos la camisa

del crepúsculo azul y derrotado:

ahora toco el alba de la vida

naciendo con el sol de Stalingrado.



Yo sé que el viejo joven transitorio

de pluma, como un cisne encuadernado,

desencuaderna su dolor notorio

por mi grito de amor a Stalingrado.



Yo pongo el alma mía donde quiero.

Y no me nutro de papel cansado

adobado de tinta y de tintero.

Nací para cantar a Stalingrado.



Mi voz estuvo con tus grandes muertos

contra tus propios muros machacados,

mi voz sonó como campana y viento

mirándote morir, Stalingrado.



Ahora americanos combatientes

blancos y oscuros como los granados,

matan en el desierto a la serpiente.

Ya no estás sola, Stalingrado.



Francia vuelve a las viejas barricadas

con pabellón de furia enarbolado

sobre las lágrimas recién secadas.

Ya no estás sola, Stalingrado.



Y los grandes leones de Inglaterra

volando sobre el mar huracanado

clavan las garras en la parda tierra.

Ya no estás sola, Stalingrado.



Hoy bajo tus montañas de escarmiento

no sólo están los tuyos enterrados:

temblando está la carne de los muertos

que tocaron tu frente, Stalingrado.



Tu acero azul de orgullo construido,

tu pelo de planetas coronados,

tu baluarte de panes divididos,

tu frontera sombría, Stalingrado.



Tu Patria de martillos y laureles,

la sangre sobre tu esplendor nevado,

la mirada de Stalin a la nieve

tejida con tu sangre, Stalingrado.



Las condecoraciones que tus muertos

han puesto sobre el pecho traspasado

de la tierra, y el estremecimiento

de la muerte y la vida, Stalingrado



La sal profunda que de nuevo traes

al corazón del hombre acongojado

con la rama de rojos capitanes

salidos de tu sangre, Stalingrado.



La esperanza que rompe en los jardines

como la flor del árbol esperado,

la página grabada de fusiles,

las letras de la luz, Stalingrado.



La torre que concibes en la altura,

los altares de piedra ensangrentados,

los defensores de tu edad madura,

los hijos de tu piel, Stalingrado.



Las águilas ardientes de tus piedras,

los metales por tu alma amamantados,

los adioses de lágrimas inmensas

y las olas de amor, Stalingrado.



Los huesos de asesinos malheridos,

los invasores párpados cerrados,

y los conquistadores fugitivos

detrás de tu centella, Stalingrado.



Los que humillaron la curva del Arco

y las aguas del Sena han taladrado

con el consentimiento del esclavo,

se detuvieron en Stalingrado.



Los que Praga la Bella sobre lágrimas,

sobre lo enmudecido y traicionado,

pasaron pisoteando sus heridas,

murieron en Stalingrado.



Los que en la gruta griega han escupido,

la estalactita de cristal truncado

y su clásico azul enrarecido,

ahora dónde están, Stalingrado?



Los que España quemaron y rompieron

dejando el corazón encadenado

de esa madre de encinos y guerreros,

se pudren a tus pies, Stalingrado.



Los que en Holanda, tulipanes y agua

salpicaron de lodo ensangrentado

y esparcieron el látigo y la espada,

ahora duermen en Stalingrado.



Los que en la noche blanca de Noruega

con un aullido de chacal soltado

quemaron esa helada primavera,

enmudecieron en Stalingrado.



Honor a ti por lo que el aire trae,

lo que se ha de cantar y lo cantado,

honor para tus madres y tus hijos

y tus nietos, Stalingrado.

Honor al combatiente de la bruma,

honor al Comisario y al soldado,

honor al cielo detrás de tu luna,

honor al sol de Stalingrado.



Guárdame un trozo de violenta espuma,

guárdame un rifle, guárdame un arado,

y que lo pongan en mi sepultura

con una espiga roja de tu estado,

para que sepan, si hay alguna duda,

que he muerto amándote y que me has amado,

y si no he combatido en tu cintura

dejo en tu honor esta granada oscura,


este canto de amor a Stalingrado.

Pablo Neruda


1.- I. G. Starinov. "Bajo la misma bandera". Ediciones de Literatura Política. Moscú. 1963

En este enlace a una pagina podremos ver las increíbles imágenes de la Batalla de Stalingrado 70 años después de la victoria soviética:

http://noticias.lainformacion.com/mundo/las-increibles-imagenes-de-la-batalla-de-stalingrado-70-anos-despues-de-la-victoria-sovietica_kW3BZcmwGjMZJzxTeghw2/

viernes, 13 de diciembre de 2013

"Katyusha" acompañó a la Construcción del Socialismo

Por Oleg K.

En la conciencia colectiva del proletariado soviético, hay muchas canciones que recorren la vida de la URSS. Una de ellas es "Katyusha". Silbando la tonada aparecen muchas de las escenas cotidianas de los soviéticos durante 70 años. 


En las construcciones después de la Gran Guerra Patria, con esta melodía se levantaron los edificios que fueron destruidos por las hordas nazis. Como dice la canción se plantaron manzanos a la ribera de los ríos. Quién no haya contemplado Leningrado tras el periodo de creación de los años 50, es que no ha visto milagros, tras el brutal asedio.

Si en diferentes foros se mencionan tanto por los ancianos, como los forjadores, los antiguos komsomoles, que una tierra madre como fue la Unión Soviética tiene que volver. Más del 60 % de la población rusa, ucraniana, moldava, bielorrusa, tayika, uzbeca, turkmena, azerbayana, etc... recuerda con nostalgia aquella sociedad. 

Pero a la vez, hay una corriente de muchachas y jóvenes que no conocieron la URSS, pero que si han comprobado lo que es el capitalismo. Sus progenitores les han contado como vivían, cuando las tiendas estaban atestadas de productos, donde reconocían a las obreras y trabajadores que se esforzaban por sus compañeros. 

Y sorprendentemente en diferentes foros de toda la Unión (nostalgia Urss, Ría Novosti, comstol. info, krasnoe TV, leningrad.ru, etc...) muchas de esas personas no quieren vivir en estas sociedades donde impera el egoismo, sino que anhelan ser soviéticos "sabok".



Estos son algunos comentarios recibidos, la traducción y recopilación se la debemos, con profundo agradecimiento, a nuestra colaboradora Irina Kondrátieva:

Tatiana Petróvskaya:

"Que todo vuelva a ser como era antes, será extremadamente difícil. La recuperación tardará al menos medio siglo, pues ahora está todo lleno de ladrones, traidores, enemigos del Socialismo y personajes llenos de odio por obtener dinero rápido. Pero estoy segura de que una cosa he aprendido de aquellos niños que vivieron hace treinta, cuarenta o cincuenta años, en lo que fue nuestra querida Unión Soviética. La confianza en el ser humano, en volver a llamar por la calle a otro ser "camarada", no "señor" o "ciudadano", que nada me dice. Camarada en las dificultades, camarada en las alegrías, camarada a tu lado.

La confianza en los trabajadores, la fe en nuestra tierra madre, para que más y más gentes y personas, de diferentes países, oteen la senda de un espacio luminoso de libertad: El socialismo".

Azer Barzigari:

"Cuando entro en las páginas que demuestran la pervivencia del marxismo en nuestras vidas, me siento más lleno. Gracias a los comentarios, vivo. Ahora busco a los camaradas, sin partido pero soviéticos, en los ojos y en sus palabras." "¡Siempre estoy listo para defender la URSS!".

Edward Berdichevsky:

"Hey, yo también. Ya no cantamos, nuestras baladas felices por una nueva vida, cuando era pequeño, nos reuníamos hasta altas horas de la madrugada, sin TV ni ordenadores, y riendo, y ensoñando proyectos, nos sentíamos dichosos".

Edgar Razmus:

"Muchos de nosotros no queremos quejarnos, queremos que nos devuelvan lo que nos robaron: un estilo de vida, de sentir, de luchar, de compartir".

Matei Slavik:

"¡Hurrá, camaradas, estoy seguro que entre todos si esparcimos estos sentimientos entre nuestros semejantes, llegaré a ver un nuevo renacimiento del socialismo!".

Ivetta Ayrumyants:

"¡Hemos tenido el mejor país del mundo. Y por desidia o ineptitud durante muchos años no nos hemos convencido!. Ahora, necios y comebollos están tratando de empañar los impresionantes logros que consiguieron los trabajadores soviéticos. Goebbels sigue cabalgando. Porque muchos de mis congéneres no llegan a darse cuenta aquella nación que hemos perdido".

Alexandra Babochieva:

"Solo digo una frase que hace mucho tiempo que guardo como un tesoro: Sigo esperando recogerme bajo el espesor de las alas de la URSS. Tan cálidas y tan próximas, que he oído su llamada. Cualquier persona que haya encontrado su huella, y sienta ese aliento, que como un soplo de nueva vida te renueva por dentro, te mantendrá viva y con conciencia de clase, y pugnarás por luchar para alcanzar esa sociedad de derechos y creación que fue la Unión Soviética, mucho mejor que la actual". 

Publicado por Amistad Hispano-Soviética

sábado, 7 de diciembre de 2013

El soldado comunista general Georgy Zhukov

Por Larissa Adámova. Recibido de Comstol.info. Traducción Igor T.




Nacido el 1 de diciembre Georgy Zhukov (1896-1974) fue comandante militar soviético, Mariscal de la Unión Soviética (1943), y Ministro de Defensa de la URSS (1955-1957).

"El general soldado es su nombre", dice una carta que nos ha remitido Petrovski del ejército ruso. Estas palabras no podían ser más adecuadas para Georgy Zhukov, que con razón se le llama como soldado y mariscal de la Gran Guerra Patria.

Zhukov nació en una familia de campesinos pobres. A los 11 años, después de graduarse de la escuela de la parroquia, la familia le envió a Moscú para que aprendiese el oficio de peletero. Georgy trabajó casi de forma gratuita en el establecimiento, pero por la noche y en los días festivos estudiaba. En 1913, el joven realiza los exámenes externos para el ciclo completo de la enseñanza secundaria.

En 1915 Zhukov fue reclutado por el ejército, y en 1916 forma parte del 10 ª Regimiento Dragones de Novgorod, siendo enviado al ejército en el Frente Sur-Occidental. En repetidas ocasiones por su valentía mostrada en combate el joven dragón fue ascendido a suboficial.

En la Guerra Civil, Zhukov se unió voluntariamente al Ejército Rojo, participando en las batallas contra los cosacos blancos de los Urales, a Denikin y Wrangel, a las pandillas de Antonov Zverev.

Después de la Guerra Civil, Georgy permanece en dentro del Ejército Rojo. De comandante de pelotón, pasa a escuadrón, regimiento, brigada, división, cuerpo de ejército, comandante adjunto de distrito militar, Georgy ocupa diferentes responsabilidades en el ejército.

Por sus talentos militares, G. Zhukov es elegido comandante en jefe de operaciones en el verano de 1939, durante la liquidación del conflicto militar en las fronteras de la República Popular de Mongolia. Bajo su liderazgo, fue diseñado y brillantemente realizado la operación para rodear y aniquilar el grupo más grande de las tropas japonesas que invadieron la República Popular de Mongolia.

Pero el talento excepcional en la dirección militar, Zhukov más plenamente la desplegó durante la Gran Guerra Patria. El 23 de junio de 1941, cuando se creó el Cuartel General, y llevar a cabo el seguimiento de la contienda, ya Zhukov era miembro. El 2 de agosto 1942, él era Subcomandante Supremo. Las tropas soviéticas bajo su supervisión directa realizaron una serie de operaciones ofensivas exitosas. Como responsable de las operaciones, coordinaba las acciones de los grupos de ejércitos en los frentes, en los que se desarrollaba las acciones estratégicas más significativas.

En su competencia, recaía las misiones de combate más críticas en la la lucha contra los invasores nazis. Zhukov en los momentos difíciles de la primera fase de la guerra defensiva, siempre buscó en las operaciones la fractura de los frentes en favor de las tropas soviéticas. Así ocurrió en Yelnia, cerca de Leningrado, y en el territorio cerca de Moscú. Después de obtener la iniciativa del ejército soviético en sus manos, Zhukov estuvo muy involucrado en el desarrollo y ejecución de todas las operaciones ofensivas estratégicas. Como la contraofensiva en Stalingrado, el rompimiento del cerco de Leningrado, la Batalla de Kursk y del Dniéper, la táctica de la operación de Berlín, la liberación de Ucrania y Bielorrusia, el paso del Vístula-Oder, y esta no es una lista completa de las operaciones en las que participó directamente el mariscal Zhukov.

La responsabilidad del comandante en jefe en la guerra, tiene un carácter excepcional, y sujeto a que su examen es más difícil, debido a su conciencia, inteligencia y la voluntad del hombre. El Mariscal Zhukov nunca eludió esa responsabilidad. Podía, si era necesario, tomar riesgos calculados. Por la mañana, del 13 de septiembre de 1941, el enemigo rompió a través de nuestras defensas el camino directo a la ciudad de Lenin, comenzando a alcanzar rápidamente los arrabales de Leningrado. Zhukov, dos días antes de que esto se produjera como comandante del frente, ordenó a la 10ª División de Infantería desplegarse, era la única reserva, en el centro del Frente. Esta era una decisión muy arriesgada, para salvar la situación que preveía podía ocurrir. Y después de una dura lucha, los alemanes fueron expulsados, volviendo a sus posiciones originales. Ejemplos realizados por Georgy, como este hay muchos similares, de su pericia en el combate.


Por sus hazañas Zhukov tuvo cuatro órdenes del título de Héroe de la Unión Soviética; fue galardonado con 29 condecoraciones y medallas de la URSS, así como 20 órdenes y medallas de los países extranjeros.

Mandela, el luchador comunista que los medios silencian

Este articulo pretende ser un sincero reconocimiento a un gran ser humano que fue el rostro visible de la lucha de millones de compatriotas de color de su país que lucharon por acabar con el régimen racista del apartheid. No solamente fue eso sino que fue un referente mundial de la lucha por lo derechos de los pueblos oprimidos por el colonialismo y un icono de la lucha de clases mundial. Descansa en paz Nelson Mandela, Madiba trataremos de seguir tu ejemplo y de los que estuvieron a tu lado.

Se incluye un texto de Juan Carlos Monedero como así también un vídeo con la canción de Pablo Milanes "Neslson Mandela, sus dos amores, textos donde Madiba se define como comunista y fotos que atestiguan su activa militancia en el movimiento comunista.

"Fidel Castro es uno de mis grandes amigos. Me encuentro orgulloso de encontrarme entre aquellos que apoyan el derecho de los cubanos a elegir su propio destino. Las sanciones que castigan a los cubanos por haber elegido la autodeterminación se oponen al orden mundial que queremos instaurar. Los cubanos nos facilitaron tanto recursos como instrucción para luchar y ganar. Soy un hombre leal y jamás olvidaré que en los momentos más sombríos de nuestra patria, en la lucha contra el apartheid, Fidel Castro estuvo a nuestro lado." (Nelson Mandela)

Nelson Mandela con Marcelino Camacho
"La del comunismo es la mayor causa en la historia de la humanidad. Gracias al genio de Marx, Lenin y Stalin, un mundo comunista está a nuestro alcance, en el que no habrá explotadores y explotados, opresores y oprimidos, ricos y pobres. El movimiento comunista todavía se enfrenta a poderosos enemigos, que han de ser aplastados y eliminados de la faz de la tierra, antes de que podamos lograr un mundo comunista. Sin una lucha dura, amarga y larga contra el capitalismo y la explotación, no puede haber un mundo comunista" Esto lo dijo Mándela en su libro escrito en 1961, "Como ser un buen comunista" No lo dirán en la tele.
Mandela sobre la Unión Soviética:

"Del apoyo internacional para nuestra lucha, la Unión Soviética y otros países socialistas se destacaron sobre el resto. El bloque socialista dio apoyo material, moral y político a nuestra lucha de una manera que nunca seremos capaces de pagar."


Madiba, Mandela: un revolucionario

Que nadie se equivoque: Mandela era, además de negro, rojo, comunista, culto, internacionalista, africano, hombre libre en una cárcel levantada por blancos, implacable con los enemigos del pueblo, enamorado de la revolución. No hagáis de Madiba un icono vacío de la resignación. No era el Tío Tom: era Malcon X, Lumumba, un pantera negra. Se ha ido con el Che, con Allende, con Chávez, con Ho Chi Min, con Biko y con esos millones de hombres y mujeres anónimas que se reflejan en cada una de esas peleas contra cualquier imperio, contra cualquier opresor.

Quieren construir un Mandela de Walt Disney, un icono hueco, un reconciliador sin memoria ni rabia. Construyó la reconciliación porque primero ganó la victoria. Con razones y con la fuerza. Estados Unidos lo llamó terrorista. También la derecha española. Los que ahora lo presentan como un referente suyo. Fidel Castro fue uno de sus principales apoyos internacionales. No os equivoquéis: miramos a Mandela cuando decimos que el miedo tiene que cambiar de bando. Para que vosotros, los que encarcelásteis a Mandela y ahora lo celebráis, perdais la impunidad de vuestra indecencia. La decencia de Mandela fue siempre la decencia de quien no tuvo nunca miedo. La represión en Europa, la violencia contra las protestas, la ley Fernández de la patada en la boca que quiere aprobar el PP van a encarcelar a gente que lucha por la democracia. Como hizo el gobierno blanco y de derechas de Sudáfrica con Madiba. Vosotros tapáis su ejemplo. Nosotros nos alimentamos de él. Vosotros os despedís de Mandela con miedo. Nosotros le saludamos con esperanza.

Que la tierra te sea leve Mandela.