10 junio, 2013 | Etiquetas: La izquierda, Política
Franco lo dejo todo bien atado en su testamento político, todo en manos del rey, la banca, la alta burguesía, los altos mandos de las administraciones, la Iglesia etc… es decir la ultraderecha, la misma que con Franco tenia el control total del país y que nunca durante los 30 años de la transición, han dejado aunque fuera desde la sombra, de seguir controlándolo.
Durante décadas, se nos ha engañado sobre la transición haciéndonos creer que habíamos salido de la dictadura franquista y entrado sin derramamientos de sangre, sin violencia y sin traumas, en una autentica democracia; esa que tanto ansiaban los que vivieron entre tinieblas y liturgias cuatro décadas seguidas. Al fin teníamos una sociedad democrática, abierta, autonómica y con libertad de votar incluso a la izquierda tanto tiempo perseguida y exterminada casi de la memoria nacional. La censura sexual o ideológica habían pasado a la historia, la prisión por ser rojo estaba abolida, acudir a misa de domingo ya no era una imposición aceptada, por mas ateo que fueras…. pero cada vez se va viendo más claro que nos han vuelto a engañar.
Están saliendo de sus escondites todos los nuevos y antiguos acólitos de Franco y su dictadura fascista. Toda la podredumbre que se mantenía soterrada dentro de la clase política de derechas, su convivencia pactada con el rey y las oligarquías financieras, para hacer perdurar la explotación laboral, las injustas desigualdades sociales, y las distintas leyes que han permitido la pervivencia y el mantenimiento en todos los puestos de poder a los políticos franquistas, que han ido durante estos años allanando el camino para garantizarse su impunidad y el poder almacenar enormes fortunas, mediante la corrupción continuada durante la burbuja inmobiliaria y otras tramas.
La banca altamente politizada ha sido cómplice necesario y compinche en sus infames robos, a fin de asegurarse los privilegios adquiridos durante la dictadura, solo pendientes de no tener que repartir la riqueza que con el arduo trabajo diario, la clase obrera ha ido creando. Han conseguido que durante toda la transición la clase trabajadora a pesar de acudir en masa a varias huelgas generales, no haya podido alcanzar jamas un sueldo mínimo, equiparable al nivel del resto de los europeos, manteniéndonos permanentemente en total precariedad laboral, siempre muy por debajo de los salarios, derechos y prestaciones de los que disfrutan nuestros homólogos del otro lado de los Pirineos.
Con unos sueldos tan exiguos las diferencias sociales se han mantenido muy presentes en la sociedad, y ahora con el nuevo amanecer de la alta burguesía, los grandes propietarios de empresas, los asesores, ejecutivos de alto nivel y la casta política más casposa, están aumentando en exponencial ascenso esas desigualdades, hasta alcanzar en la actualidad limites insoportables.
El papel de los sindicatos ha sido el de muro de contención, peones utilizados para contener los estallidos de la clase trabajadora, ante tan precaria situación laboral, puede verse que los sindicatos mediante la negociación de los distintos convenios, no ha impedido que se haya aprobado sin apenas rechistar, la reforma laboral que nos lleva a cotas impensables de precariedad y desempleo.
Las cifras del desempleo actual son desesperantes, diría yo que más bien de una de obscenidad sangrante, en un país donde los asesores adjuntos a los políticos y altos cargos de las entidades financieras y empresariales, tienen los salarios más altos de toda la Unión Europea. Ejecutivos generalmente venidos de los partidos políticos como el PP, que velan como perros cancerberos por el buen funcionamiento y el lucro continuado de las oligarquías españolas. Cuando se habla de transparencia en las instituciones, el terror que les inspira a estos oligarcas y políticos esta palabra, les hace temblar las piernas y se encojen como conejos asustados.
Mientras en todo el país la tasa de pobreza sigue subiendo, habiendo alcanzado ya a la cuarta parte de la población, en este país donde solo los beneficiarios de la transición del régimen franquista, acumulan sueldos y prebendas de millonarios, nuestras miradas al futuro se ven empañadas de perspectivas sombrías, oscuros nubarrones donde el desempleo y la miseria van ganando mas adeptos y que nos llevan nuevamente a una nueva dictadura a corto plazo, una dictadura del capital que nos trae más destrucción masiva del empleo, derechos y libertades que desde el Gobierno, se orquestan ya abiertamente, pues ni la justicia igualmente corrompida, es libre ni independiente de las más altas esferas fascistas.
Si no tienen ustedes grandes capitales, ni cuentas en paraísos fiscales, están ustedes condenados a ser solo carne, para el Partido Popular y sus amigos en la cima de la pirámide alimentaría del Estado español.
Ana Mulet
http://elcomunista.net/
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