En estos últimos días estamos asistiendo a una trivialización o banalización por parte de algunas personas representativas de la sociedad burguesa de este concepto. Estas personas usando la la retorica demagógica y una buena dosis de hipocresía, consiguen dejar este derecho, carente de su significado inicial, que no es otro que el que toda persona podamos tener la posibilidad de expresar nuestras ideas sin por ello sufrir persecución de ningún tipo. Pero también es verdad que ni todas las tradiciones son arte, ni todas las opiniones respetables. Dicho esto que viene a colación con los debates sobre temas que aparentemente son dispares sin conexión alguna pero que al final vienen a tener una nexo común político por aquellos que los desarrollan. Parece ser que este precepto de los derechos humanos es invocado muy a menudo por los que precisamente sí apoyan directa o indirectamente la violación o son ejecutores directamente de los derechos humanos en toda su amplitud y significado.
Vamos a empezar por este ejemplo que no siendo directamente un derecho humano, si es una agresión contra un ser vivo que no tiene otra elección de la que servir de diversión morbosa y cruel a “personas” que no tienen empatía con el sufrimiento y el dolor, a la par el de ser un pozo de corrupción económica a la vez que se mezcla con una suerte de “valores” patriotas de lo que significa ser un “buen” español. Me refiero como no podría ser de otra forma a la tauromaquia y sus derivados como pueden ser los encierros de toda índole. Al que han encumbrado en el concepto de “bien cultural” pues para ellos es un “arte”.
Si alguna persona critica la tauromaquia y demás festejos con animales por considerarlos de mal gusto, vejatorios, crueles, inhumanos o un pozo de corrupción económica, rápidamente los defensores de estos festejos, sobre todo en estos últimos tiempos, esgrimen el argumento del derecho a la libertad de expresión. Acusan con una vehemencia inusitada a los demás de fascistas o nazis por querer que estas practicas poco civilizadas se sigan perpetrando. Así nos encontramos que en defensa de esta suerte macabra salen artistas, tertulianos y políticos que imbuidos de una especie de santidad democrática arengan contra los que se oponen. Los argumentos que utilizan para justificar pueden ser de lo mas vario pintos desde persecución política (tema de la unidad de España), fanatismo o falta de libertad de expresión, mezclados con la tradición y el folclore español. Esta situación se antoja mas que menos un poco paradójica, al acusar a las personas que rechazan estos festejos, precisamente de lo contrario a los "valores" que ellos dicen defender, sino por su falta de sensibilidad de sentido de humanidad y de ser un pozo sin fondo de la corrupción económica, no por ser fascistas. Hay que tener en cuenta que en este tema no se debe solo inscribir en el marco de la discusión política izquierda-derecha, ya que hay mucha gente que se considera de derechas que esta en contra de esta practica y que también hay gente de "izquierdas" que la defiende.
Esta estratagema del falso “vicitimismo” esta totalmente desvirtuada de su contexto original cuando se usa para encubrir y justificar algo que es moralmente reprochable. Ya si se trata de personas, entonces la enjundia del asunto sube unos cuantos grados mas de miseria moral. Aquí en este tema es cuando se deja al descubierto la filosofía de miserables desalmados que se esconden tras la retorica de la defensa de los derechos humanos, que no es mas que un pretexto para encubrir la verdadera naturaleza del acto criminal que se esta perpetrando. Hablo mas concretamente de la siguiente situación, porque hay cientos de casos de hipocresía o doble rasero, según sea el asunto en cuestión a tratar. Me estoy refiriéndome al del “famoso” cantante judío estadounidense Matisyahu que actuó en festival de Reggae Rototom Sunsplash. En un principio su concierto fue cancelado al ser puesto los organizadores del evento, sobre aviso de sus opiniones en favor de las políticas genocidas contra el pueblo palestino por parte del régimen israelí. La denuncia de su ideología ultra provino de asociaciones de activistas pro los derechos de los palestinos, del contenido de sus canciones y declaraciones en las que da su apoyo explicito a las políticas terroristas del régimen de Israel. En especial la de la asociación BDS País Valencià, siglas que aluden al boicot, desinversión y sanción a Israel. No voy hacer ahora aquí un relato de las interminables violaciones de derechos humanos que el régimen sionista lleva cometiendo contra la población civil de Palestina, el que no se allá enterado hasta ahora puede hacerlo por cualquier medio de comunicación pues las huellas del crimen son mas que evidentes, el que las conoce y sigue en sus trece de justificar el genocidio palestino solo tiene un calificativo, el de monstruo criminal, aunque no tenga las manos manchadas de sangre directamente.
Aquí también rápidamente todas las organizaciones sionistas de toda índole y estados amigos de Israel rápidamente sacaron su “artillería” pesada a relucir en defensa ya no del cantante, sino de la propia ideología sionista. Ideológica que como todas que usan la fuerza, no de la razón, sino de la violencia, para conseguir sus fines tienen la misma raíz común, el fascismo. Se monto un show mediático donde se destacaba el carácter racista y en contra de la libertad de expresión del veto al rapero judío. El marco descrito parecía mas que un festival de Reggae era el de un festival neonazi de Pagan metal y Black Metal. Por mas que los activistas, asociaciones propalestinas y los mismos organizadores, pues conocido es que la filosofía del festival es político y reivindicativo de "izquierdas", explicaron que el boicot era por su posicionamiento radical en apoyo de las políticas criminales del régimen sionista y no por lo que los medios decían. Fue tan abrumadora la presión mediática, el de las instituciones españolas y extranjeras, no hay que olvidar que el propio gobierno español, el embajador israelí, otras cancillerías amigas del régimen israelí y el propio gobierno de la comunidad valenciana intervinieron en contra del boicot. Enfocaron su supuesto victimismo en la supuesta falta libertad de expresión y la xenofobia. Al final venció la presión mediática oficial y los organizadores decidieron admitir, en contra de los principios del festival, otra vez al cantante, sin que este se pronunciar sobre el tema palestino y mucho menos que condenara un ápice si quiera la política de apartheid que sufren los palestinos. Los medios celebraron la noticia como si se tratara de la liberación de Berlín por parte de los soviéticos.
La música, la cultura, el arte, la libertad de expresión en definitiva la “democracia” había triunfado clamaban los voceros. Todo se había salvado menos la causa del pueblo palestino que paso a ser silenciada por los medios y los políticos del régimen. No había que mezclar música con política nos recordaban con fingida solemnidad, aunque ya se iban conociendo cada vez pruebas, mas que suficientes, de su apoyo a las políticas criminales del régimen israelí. Much@s gentes de buen corazón y mejores sentimientos, ante el sin fin de noticias y declaraciones pensaron que la democracia había ganado a otr@s las contradicciones y la falta de formación les hicieron agachar la cabeza y reculear aceptando la versión oficial como buena. No se tuvo en ningún momento en cuenta ni la coyuntura política de Oriente Medio ni por supuesto las causas humanitarias del boicot como así mismo la trayectoria del sujeto en cuestión.
En una claro ejercicio de burda manipulación mediática se mezclaron diferentes hechos hasta retorcerlos y situar del lado de los antidemocratas, precisamente a las personas que verdaderamente defendía una causa justa, que no es otra que defender los derechos humanos. La prensa, los medios en general y los políticos obviaron deliberadamente el dolor y el sufrimiento del pueblo palestino. Este horror es de tal magnitud que deja a los espectadores boquiabiertos ante las imágenes de horror y destrucción que llegaron y llegan de la franja de Gaza. Es precisamente el salvajismo de las “acciones” militares israelís, lo que estaba propiciando un cambio creciente en la opinión publica. Este cambio claramente favorable al pueblo palestino condena cada vez mas sin paliativos esta tragedia y a la que cada vez convence menos los tibios comunicados de condena de sus gobiernos. Todo este crimen injustificable están haciendo crecer mucho la simpatía por la causa Palestina entre las poblaciones de los estados occidentales. La simpatía por la causa palestina creció mucho y había que hacer algo para acabar con ella. En este contexto esta fue una de sus soluciones de contrapropaganda mediática, Tirando de manual de libro se coge una verdad como es el veto al cantante, para luego decir que esta obedece únicamente a una cuestión racista y no política. A la par que se esgrime el derecho a la libertad de expresión con lo que se asocia a las personas que promueven el boicot con gente intolerante o fascista, sin ser esta la verdadera causa, sino su ideología nazi-sionista. Así todo en un tótum revolútum, por un lado invocando el "vicitimismo" por el horror del holocausto, lo que el profesor Norman Finkelstein denomina lagrimas de cocodrilo, por otro una supuesta conspiración mundial de todos los totalitarios para destruir la cultura y al pueblo hebreo, una hipócrita defensa del derecho a la libertad de expresión, consiguen convertir no solo a toda persona de esa etnia, sino también a las personas que creen en firmemente en la democracia en participes defensores, tanto involuntarios como voluntarios de la política sionista régimen israelí.
Lo único que pretendo ilustrar con este caso de boicot por cuestión política, es que los mismos que reclaman el derecho de expresión y se rasgan las vestiduras cual fariseos en defensa de los derechos humanos, cuando les conviene a sus intereses de clase, hacen lo mismo, ya sea justas o injustas sus razones. Es cuando entonces vemos que ellos utilizan una doble vara medir. No se puede hacer tabla rasa defendiendo en abstracto todos los hechos que supuestamente son lacerados de los derechos humanos. Hay que examinar todos los casos uno, con espíritu critico por que alguien invoque el derecho a ejercer su derecho a expresar libremente sus ideas, no quiere decir que estas sean buenas o que respeten los derechos humanos. Este es el caso de las opiniones racistas y nazis. ¿En este caso debemos admitirlas cuando sabemos que son perjudiciales para otras personas., en este caso mutatis mutandis. Dotarnos de la pedagogía suficiente y del convencimiento de que estamos defendiendo una causa justa son armas necesarias para combatir estas sartas de mentiras o medias verdades.
Los que controlan el sistema no escatiman ningún esfuerzo para que su punto de vista sea el predominante. Las oligarquías a lo largo de la historia se han aferrado al poder con uñas y dientes elaborando un complejo sistema que les sostenga en él. Actualmente los métodos han evolucionado son mas sutiles o refinados, adaptados a las nuevas técnicas de control y dominación de masas, pero el fin es el mismo. Los escrúpulos nunca fue una barrera que les impidiera mentir, corromper, asesinar, mas bien la oligarquía siempre ha resaltado por carecer de ellos. Si analizamos las argumentaciones encontramos ante un ejercicio supino de demagogia. Cuando no basta la manipulación mediática recurren al engaño y a la manipulación de los sentimientos. Saben que la mayoría de las personas se indignan ante un hecho injusto. Conocen cuales son los puntos débiles, las contradicciones ideológicas de la "izquierda" bien pensante y la opinión que detenta la mayoría de la sociedad contraria al uso de la violencia, y los explotan en su propio beneficio como clase dominante. Es aquí donde suelen entrar en acción los opinadores que en estos casos, la defensa-ataque, la realiza desde la perspectiva del que se siente agredido en sus derechos y no desde el flagrante agresor que es.
Así por ejemplo es muy común que el que sostiene este tipo de opiniones coinciden en estos dos asuntos como también en otros muchos. Esto se debe a que esas personas defiende unos roles concretos por que su escala de valores y situación económica es la de los privilegiados en la pirámide de la sociedad o bien su ideología es de extrema derecha incapaces entender lo que es la tolerancia, el respeto a las normas democráticas si esto no cuadra con su esquema mental, en definitiva desprecia los derechos humanos. Ya para ir terminando me remito a la frase del primer párrafo “Ni todas las tradiciones son arte, ni todas las opiniones respetables” y mucho cuando esta en juego la vida de seres tanto humanos como animales. Oír en boca de ciertas personas esgrimir los derechos humanos y la libertad de expresión para defender algunos temas no deja de ser patético y una mala parodia de lo que es la justicia para estos individuos. El mundo al revés, ya lo cantaron el grupo Asfalto “Ven Capitán Trueno, haz que gane el bueno, que el mundo esta al revés”
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