Las críticas que suelen llegar desde supuestas posturas radicales de izquierda, sobre todo de aquell@s que defienden la “pureza” ideológica como única vía revolucionaria suelen omitir muchos datos claves de sus criticas hacia la izquierda que ellos consideran mayoritaria y menos radical. Sus análisis siempre son reduccionistas y se amoldan a posturas claramente oportunistas que en muchas ocasiones cuando son planteadas, aun siendo estas revolucionarias, no se pueden llevar a cabo en ese momento dado por falta de apoyos o de condiciones materiales que las hagan viables. A veces la mejor arma del capital es el falso radicalismo de izquierdas que suele venir a dividir, a desgastar y a desorganizar a la clase trabajadora. Siempre hay que estar un paso por delante de las aspiraciones de la clase trabajadora no diez.
Como todo en esta vida las cosas son para cada persona según con el prisma por el que se mira. La izquierda estatal ha pactado con con partidos socialdemócratas o social liberales es una verdad incontestable, hasta ahí creo que tod@s estamos de acuerdo. Pero siendo esto un hecho, también hay que decir que esto no es solo exclusivo de España, ni siquiera de Catalunya. Si miramos a nuestro alrededor mas cercano veremos como la izquierda, antes comunista, ha pactado con la socialdemocracia, seguramente en muchos casos por claudicación ideológica pero también es verdad que esto sucedía o sucede por la incapacidad de ésta de poder gobernar en solitario para imponer un programa ideológico de izquierdas. Analizando este hecho fundamental para interpretar dichos pactos, lo que no me parece de rigor es exigir para unos la vía estrecha y para los que yo mas me siento cercano en sus planteamientos, la vía ancha. Lo que comúnmente se denomina la ley del embudo, lo estrecho par ti y lo ancho para mi.
Así tenemos que en Europa en Francia, Italia, Alemania, la izquierda suele pactar o apoyar gobiernos, en algunos casos estatales, en otros a nivel regional o de ayuntamientos pactos con la socialdemocracia. Sin ir mas lejos en Portugal el PCP y Bloco de la Esquerda apoyan el gobierno del PSP. En el extremo tenemos al KKE griego que es el partido de la negación absoluta que su mayor éxito es haber avalado la escisión de un partido minoritario como es el PCPE. Así que mientras se demoniza a la denominada izquierda estatal y a Catalunya en Comú, por esa supuesta claudicación ante el gran chovinismo español y el capital, a la otra formación que sería su equivalente independentista, las CUP, se la exonera de los mismos pactos cuando apoya a la burguesía más liberal del estado español como es la antigua Convergencia Democrática Y Unió, que tantas y tantas reformas antiobreras y antirepublicanas apoyó en el parlamento estatal ahora reconvertida en el PDECAT. Sin olvidarse tampoco que se alinea con la socialdemocracia, la madre de todas las bichas cuando esta se corresponde con un partido de ámbito estatal como es el PSOE, pero no cuando esta es independentista catalana como es Ezquerda Republicana de Catalunya.
La coartada que le sirvió como excusa a las cUP para justificar su adhesión a la propuesta del PDECAT y de ERC de que habían conseguido pactar los presupuestos más “solidarios” de la historia de Catalunya. Cuántas veces habré escuchado yo eso mismo en el ámbito de la izquierda estatal. No quiero pensar que las CUP fueran tan ingenuas de creer que si iban a llevar a cabo, máximo sabiendo que la oligarquía gobernante y la clase media catalana no tenían ninguna voluntad de haberles cumplido, porque obviamente sabían como iba acabar toda la historia del proces y estos serian papel mojado. Esos acuerdos no fueron mas que el caramelo, la excusa, como también lo fue “conseguir” la dimisión de Artur Mas, para que las CUP pudieran tragar con un proyecto independentista tutelado por los defensores a ultranza del capitalismo, eso si adornado con la palabra de República y loas a la derechos democráticos de los ciudadanos que no de los trabajadores, alejados totalmente de lo que los comunistas consideraríamos una República Democrática. Las CUP se convirtieron de esta forma en el musculo del que la burguesía independentista catalana carece como es su falta de capacidad de agitación y propaganda en las calles pero sobre todo el de sacrificarse por la causa ya que su propio espíritu burgués no les permite ni un ápice de sacrificio personal. Si el día Uno de Octubre habría triunfado la independencia, a la vuelta de 40 años, o muchos menos, tendríamos análisis sesudos y extremadamente rigurosos desde la izquierda radical de cómo les hurtaron la “revolución” los burgueses catalanes.
En estos días Barcelona en Comú ha roto su acuerdo de gobierno con el PSC en el ayuntamiento de Barcelona. Ada Colaú después de haberse sido sometido a referéndum de las bases y este salir afirmativo la ruptura del acuerdo de gobierno, ha aducido que este no solo se produce por el apoyo del PSC-PSOE al aplicación del articulo 155, sino por toda la política de apoyo a las políticas neoliberales y represivas del Gobierno del PP. Ahora seria bueno ver hasta donde están dispuestos a llegar las CUP en pos del cumplimiento del discurso de que las políticas de izquierdas se impongan o bien si siguen con la campaña de acoso y derribo que sus socios burgueses de ERC y del PDECAT les adjudican. Es mucho lo que les une a las dos formaciones yo diría mas que su programa económico y político son coincidentes en un 99,99%, que no hay diferencias insalvables de gran calado que impidan la unidad de acción. Esto se producirá siempre y cuando la dirección de las CUP prefiera anteponer al proyecto social a la hoja de ruta independentista que ha trazado la mano de la burguesía y de la gran burguesía catalana. Los puentes siguen tendidos, desde la izquierda ahora hace falta la valentía necesaria para cruzarlos
La historia nos da en este aspecto grandes lecciones. Si fue posible un cambio de régimen este país en los años 30, la construcción de una República efímera, pero dotada de grandes esperanzas democráticas, fue únicamente porque las fuerzas progresistas y obreras de todo el estado español, ante la crisis monárquica y su gobierno, llegaron al acuerdo de San Sebastián el 17 de agosto de 1930. Este es el único camino para conseguir, que no solo las aspiraciones de independencia de Catalunya, sino que todas las premisas democráticas que los españoles anhelamos se puedan lograr. En este sentido el mensaje de Catalunya en Comú y de Unidos Podemos, ha sido claro inequívoco, apoyar un referéndum para el decidir sobre el derecho de autodeterminación, no solo de Catalunya, pero que este sea pactado con las garantías jurídicas y democráticas suficientes. Pero para eso hay que llegar a una gran coalición de las fuerzas democráticas de todo el estado con el objetivo de hacer un proceso constituyente que de a luz una nueva constitución que se ajuste a los nuevos tiempos y a las exigencias del pueblo. Como decimos los montañeros, “En montaña no hay atajo sin trabajo”.
En estos días las diferentes personalidades representativas del proces han tenido que reconocer su fracaso ante la ausencia de apoyos, tanto internos como externos. La falta de previsión, de análisis de la situación pero sobre todo las mentiras que contribuyeron a crear el estado de euforia de que era posible la independencia de low cost, que se alentaron desde el tripartito del gobern, han desembocado en una profunda decepción entre las personas que apoyan la creación de la República de Catalunya. Pero no solo eso, sino que también han desatado las fuerzas de la reacción no solo contra el independentismo sino contra toda forma de disidencia contra el régimen del 78.
Ya para concluir y como algunas personas comparan el papel emancipador que supuso para la clase obrera mundial la Revolución de Octubre y la hija que parió, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, con lo que sucede en Catalunya y el papel "revolucionario" de las CUP, aquí os dejo lo que la “compañera” de ERC, Pilar Rahola, público no hace mucho en La Vanguardia, sobre la presentación en la 1ª Feria del Libro Marxista en Barcelona, de una biografía que no era hipercrítica con la figura del dirigente comunista Iósif Stalin. Se titula “El Vomito”. Si esto es lo que piensan sobre el comunismo los de ERC, que son de “izquierdas” que no pensaran los de PDECAT que son mas de derechas que Don Pelayo. Ahí queda eso.
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