jueves, 17 de agosto de 2017

La demagogia de las antorchas

Alemania nazi años 30
Entre unas cosas y otras se van cumplir, sino se han sido ya, cien años de la irrupción ideológica del fascismo en la historia y con ella su simbología mística. De las cuales destaca por su vistosidad la marcha portando antorchas. Iconografía que no han dejado de usar como medio de expresión política, en mayor o menor medida a lo largo de décadas, grupos políticos de clara influencia ideológica y estética fascista o nazi. Por desgracia en los últimos tiempos ha habido un resurgimiento de estos extremistas en ciertos lugares del planeta que han ido ganando terreno entre amplios sectores de la población o que simplemente son vistas con simpatía e inocuas. Seguramente en gran parte de ello depende el desconocimiento histórico de la mayoría de la gente de lo que esta terrible ideológica trajo al mundo y en especial al genero humano en el pasado. Ello se debe en gran medida a las campañas de falsificación histórica que en muchos países se lleva acabo por gobiernos ultra conservadores, en que los antiguos asesinos fascistas han sido elevados al altar de héroes de esas patrias nuevas. En otras latitudes la cosa se produce por lo asunción de roles autoritarios de políticos y dirigentes de países que ante la recesión económica que sufre los trabajadores, sobre todo la mal denominada, clase media, utilizan la demagogia para desviar la atención sobre las verdaderas causas de los males que aquejan a los trabajadores. No solamente esta radicalización la podríamos resumir exclusivamente en términos economistas, aunque sea la principal, sino también en otros conceptos místicos como pueden ser, dios, patria, cultura. Los comportamientos sociales también son percibidos como ataques al orden moral y social establecido o el que estas personas entiende que debe ser. 

Cartel de la división azul España años 40
El miedo a lo diferente que instintivamente tiene el ser humano es aprovechado, amplificado y espoleado por estos fanáticos que ante realidades como la migración, la conquista  espacio de las mujeres en la sociedad o de derechos por personas que no tienen una orientación heterosexual, son percibidas como ataque y focos de los problemas que les rodean. La demagogia y la mentira son sus mayores armas para convencer ya que aunque reconociendo y señalando el problema principal como es la lucha de clases, ellos siempre consiguen desviar a la atención sobre las causas reales y enfocan sus fobias sobre otros colectivos minoritarios o grupos políticos. Estas criticas recaen sobre todo lo que ellos denomina como "izquierda" en general, otras veces, siempre en menor medida, sus criticas van en contra de partidos de derecha liberales. Simplificando el mensaje de que la "izquierda" y el capitalismo tienen la misma responsabilidad culpabilizandoles de todos los males para así presentarse así mismos como los salvadores de la patria. Aunque el fascismo históricamente siempre toma elementos o  tiene propuestas iguales o muy parecidas a las que plantean las organizaciones obreras de izquierda, una vez conquistado el poder no suelen cumplirlas en parte sino que establece un ferro y brutal control sobre los trabajadores haciendo el caldo gordo al capitalismo. El fascismo o el nazismo, hay que recordarlo, nunca renuncian a la propiedad privada de los grandes medios de producción, sino todo lo contrario, lo que hacen es concentrarlo en menos manos, la de sus amos amigos capitalistas. Este proceso se realiza a través de una brutal dictadura eliminando cualquier componente liberal y democrático. Todo se hace a dedo, no hay ningún control, la disidencia es brutalmente reprimida y esta situación con lleva a la parálisis del estado y al empobrecimiento, aun mas si cabe, de determinados sectores de la población trabajadora. Al capitalismo le da igual este actual régimen burgués multipartidista diseñado para favorecer a una minoría cada vez inmensamente mas rica que por otro de carácter fascista que beneficie sin tapujos a sus intereses. Lo que hace el fascismo es todo lo contrario sustituye los derechos democraticos por obediencia ciega, fe, misticismo, nacionalismo exacerbado y mitología para freakes. No por la democracia con mayúsculas.

Desfile del partido nazi congreso de Nuremberg 1933
Desde la Grecia antigua, se ha considerado el fuego como una sustancia purificadora y como una energía mágica de renovación en distintas civilizaciones y culturas históricamente determinadas. En algunos casos, como el que ahora nos compete, los rituales con fuego han sido una contraseña ritualistica entre grupos autoasumidos herederos de civilizaciones superiores en el caso del nazi-fascismo o como símbolo de unidad de raza ante el miedo a la diferencia, como en el Ku Kux Klan.



La utilización de antorchas de noche y en forma masiva, provoca que en la oscuridad el efecto "amplificador" del mensaje, generando un encuentro, casi místico, con los más primitivos sentimientos de "miedo", "comunión", y "purificación". El mensaje es claro: “Ten miedo de nosotros los puros, poseemos el fuego que puede envolverte”

Ucrania 2013 neonazis golpistas del Maidan seguidores de
Stepán Bandera
A partir de la manipulación emocional de las masas y de la perversión de sus creencias, el fascismo suele producir ambientes litúrgicos que pudiesen asumirse como ceremonias religiosas colectivas; el objetivo busca acceder al inconsciente y despertar los rasgos emocionales más primitivos, en favor de la conducción de la masa hacia objetivos propios de las clases dominantes. La voluntad individual y la capacidad de raciocinio deben ser disueltas, vencidas y listas para acatar las órdenes emanadas por los medios de propaganda fascista.


En la modernidad; Las llamadas “marchas de antorchas” representan una vieja práctica empleada, en un primer momento, por Benito Mussolini que la revistió de una teatralidad tan espectacular como demagógica; Luego, en 1933, Adolfo Hitler la utilizó para lograr un efecto casi religioso sobre millares y millares de hombres desfilando en orden perfecto, con música de fondo, generando un bosque de estandartes, de banderas y de consignas anti-populares.

Un poco de historia.

Charlottesville, Estados Unidos 2017 Marcha
 de supremacistas blancos

En octubre de 1922, Mussolini, encabezando su movimiento fascista, llevó a cabo una movilización sobre Roma a la que llamó “la marcha con antorchas” y que termino siendo un golpe de estado contra el sistema parlamentario que estaba vigente. Esa marcha da inicio al régimen fascista que luego prohibiría los partidos de izquierda, cerraría periódicos y perseguiría a los militantes comunistas.


Como vimos más arriba, los nazis "perfeccionaron" ese acto convirtiendo “la marcha de las antorchas” en un símbolo de comunión con la pureza racial. Ya en 1934, durante el congreso del partido nazi en Nüremberg, se llevaba a cabo por la noche para aumentar el efecto del fuego en la oscuridad, con grandes formaciones de personas portando antorchas, para celebrar uno de sus aniversarios preferidos: el de la marcha sobre Munich, el 9 de noviembre de 1923.

Mujer que huyo del terror nazi cuando tenia 6 años protesta
en Charlottesville contra los supremacistas blancos
El fuego de las antorchas está asociado a antiguos ritos paganos que Hitler personalmente investigó en las liturgias de los pueblos teutones. El uso del fuego en las marchas nocturnas, representó para los nazis una mezcolanza que unificaba la mitología nórdica y los mártires del 3er Reich. Ciertos investigadores prefieren darle a este “encuentro” una lectura más siniestra-esotérica y lo presentan como un ritual que abre las puertas del más allá para convocar la fuerza de los muertos, de los antepasados de sangre pura, para acompañar el sacrificio de las nuevas generaciones nazis y para evitar la corrupción de la sangre a través de la purificación por el fuego.

Ku Klux Klan Estados Unidos
Recordemos, que una “marcha de antorchas” fue la maniobra intimidatoria, que le permitió a Hitler ser nombrado el nuevo canciller del Reich; era implícita la amenaza de incendiar a Berlín si el Führer no era reconocido como el hombre fuerte de Alemania (Remember Goycochea). En el Reich, la religión era sumida como una fuerza que podía contribuir a repeler al marxismo ateo, y se llegaba incluso al punto de considerarla como el instrumento que podría repeler una dictadura antimarxista.

Suecia, 13 de abril de 1985. Una mujer golpea
con su bolso a un nazi
Hoy en día y a partir de la crisis del capitalismo, la prensa sigue registrando marchas de tipo filonazistas en toda Europa, entre las cuales resalta la marcha que organizó el partido Атака, en diciembre pasado; en ella cientos de nazi-fascistas búlgaros se congregaron en la ciudad de Sofía para honrar la memoria de Hristo Lukov, un general de la II Guerra Mundial conocido por sus actividades anti-semitas y pro-nazi.

Esa “marcha de la antorchas” fue recibida con protestas y críticas por una serie de grupos Antifascistas y de derechos humanos, que acusaron a los organizadores de fomentar el racismo, la xenofobia y el anti-semitismo. En una carta abierta al alcalde de Sofía, la Red Europea contra el Racismo había exigido la marcha que ser cancelado debido a la “admiración por puntos de vista abiertamente fascista y racista y por representar un homenaje a la memoria nazi”

Izamiento de la bandera soviética en el Reichstag de Berlin 1945
El fascismo cualquier otro pensamiento extremista que se derive de él y que menoscabe los derechos de cualquier ser humano debe ser combatido. Tod@s las personas que de verdad nos consideremos demócratas, que nos enervamos ante cualquier injusticia por leve que sea esta, tenemos no solo la obligación moral de no quedarnos callados ante estos "nuevos" bárbaros, sino que debemos combatir estas aberraciones ideológicas con todas nuestras fuerzas. Nunca debemos olvidar el horror, el sufrimiento y el sacrificio de vidas humanas que con llevo la ascensión al poder de partidos fascistas anteriormente. Si permanecemos impasible ante este fenómeno, cada vez más frecuente, es muy posible que volvamos a retornar al pasado más oscuro de nuestra historia, en donde unas personas pensaban que tenían todo el derecho a negarles a otros, precisamente, el ser humano.

Parte de este articulo esta tomado de Marchas, antorchas y fascismo escrito por Robert Galbán: