La ignominia por Marx
(…) Marx tiene una frase muy hermosa en un texto de 1843, apenas tenía 25 años y dice: hay que añadirle a la ignominia la consciencia de la ignominia. Es decir, la ignominia sin la consciencia de la ignominia no es ignominia. El texto, según la venerable traducción de Rodolfo Mondolfo, es: “Hay que hacer la opresión real aun mas opresiva, agregándole la consciencia de la opresión; hay que hacer la ignominia aun mas ignominiosa, publicándola”. Para que califiquemos de ignominiosa a una realidad es porque ya salimos de ella y podemos juzgarla desde la consciencia crítica. Por eso el hambre no es revolucionario, la miseria no es revolucionaria, porque por si mismas no garantizan nada; al contrario, lo que garantizan generalmente son situaciones primitivas, barbaricas e irracionales que arrojan a los hombres a ser fácilmente manipulados por el fascismo. Ahora, la consciencia del hambre es otra cosa, ya es un paso cualitativo. Una cosa es tener hambre y otra cosa es tener consciencia de que se tiene hambre. Una cosa es padecer la injusticia y otra es tener consciencia de la injusticia que se padece. Ahí es cuando la razón y lo fáctico, la materialidad, se unen y se genera un hecho acaso transformador de esa realidad. No hay posibilidad de transformar ninguna realidad si no hemos tomado consciencia de ella y no hemos asumido que esa realidad no debe ser, debe cambiar. (…)
José Pablo Feinmann, “La Filosofía y el Barro de la Historia”, 2008
Transcripción por Andrés B. Cores para ‘redespertando.wordpress.com’
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar