19 de julio de 2013
Stalin había formulado la propuesta de enviar un millón de tropas, si Inglaterra y Francia hiciesen un pacto con la Unión Soviética contra Hitler
Por Nick Holsdworth. Enviado por Il Drapporosso. Traducción y redacción Fernando Lugones.
El acuerdo habría cambiado el curso de la historia del siglo XX, la prevención del pacto de Hitler con Stalin en el que él (Hitler) tuviese rienda suelta para ir a la guerra con otros vecinos de Alemania. La creación de una fuerza militar para apoyar la coalición contra Hitler, fue hecha por un miembro de alto rango de la delegación militar soviética, en una reunión en el Kremlin con los oficiales británicos y franceses de alto rango, dos semanas antes del estallido de la guerra en 1939.
Estos nuevos documentos, copias de los cuales fueron revisados por The Sunday Telegraph, muestran el enorme número de tropas de infantería, artillería y fuerzas aéreas que el secretario general del Partido Bolchevique, Stalin, ofreció que podría enviar, si se hubieran superado las objeciones polacas para el paso del Ejército Rojo en su territorio. Pero los británicos y franceses, que había informado de su ofrecimiento a los gobiernos respectivos, pero que no se les permitió participar en las deliberaciones, no respondieron a la propuesta soviética del 15 de agosto 1939, (véase Ludo Martens en su libro “Otro punto de vista sobre Stalin“). Más tarde, Stalin decidió instar a Alemania a la firma del infame tratado de no agresión con Hitler, apenas una semana después.
El Pacto Molotov-Ribbentrop, [1] es el nombre de los ministros de Exteriores de los dos países, y fue firmado el 23 de agosto, justo una semana antes de que la Alemania nazi atacase a Polonia, lo que desencadenó el estallido de la guerra. Pero, de acuerdo con el mayor general retirado, Lev Sotskov, el servicio de inteligencia en el extranjero soviético, ordenando 700 páginas de documentos desclasificados, la guerra no hubiera estallado si se hubiera aceptado la oferta de la alianza occidental de Stalin.
3 El
pacto del acuerdo sobre Polonia del año 1939, no era ninguna anexión de
territorio polaco, como pretenden los nacionalistas de ese país. En el
año 1921 tras la Polonia burguesa, como bien pone en los manuales de
historia, a saber, en Marzo de 1921 con la Paz de Riga se fijó las
fronteras a 250 kms. al este dentro de territorio bielorruso, o sea, se
apoderó de una parte muy importante de Bielorrusia, de modo que en 1939
volvía a reintegrarse a Bielorrusia y por tanto a la URSS, un territorio
que ya fue soviético.
El Ministro de Asuntos Extranjeros, V. M. Mólotov.
Stalin propuso un acuerdo de coalición a Francia e Inglaterra contra Hitler. Estaba “dispuesto
para enviar un millón de soldados a la frontera con Alemania, para
disuadir a Hitler de la agresión a la Unión Soviética, antes de la
Segunda Guerra Mundial”
Las cartas han
quedado secretas, desde hace casi 70 años, y muestran que la Unión
Soviética propuso enviar una fuerza militar poderosa, en un intento de
involucrar a Gran Bretaña y Francia en alianza anti-nazi.
El acuerdo habría cambiado el curso de la historia del siglo XX, la prevención del pacto de Hitler con Stalin en el que él (Hitler) tuviese rienda suelta para ir a la guerra con otros vecinos de Alemania. La creación de una fuerza militar para apoyar la coalición contra Hitler, fue hecha por un miembro de alto rango de la delegación militar soviética, en una reunión en el Kremlin con los oficiales británicos y franceses de alto rango, dos semanas antes del estallido de la guerra en 1939.
Estos nuevos documentos, copias de los cuales fueron revisados por The Sunday Telegraph, muestran el enorme número de tropas de infantería, artillería y fuerzas aéreas que el secretario general del Partido Bolchevique, Stalin, ofreció que podría enviar, si se hubieran superado las objeciones polacas para el paso del Ejército Rojo en su territorio. Pero los británicos y franceses, que había informado de su ofrecimiento a los gobiernos respectivos, pero que no se les permitió participar en las deliberaciones, no respondieron a la propuesta soviética del 15 de agosto 1939, (véase Ludo Martens en su libro “Otro punto de vista sobre Stalin“). Más tarde, Stalin decidió instar a Alemania a la firma del infame tratado de no agresión con Hitler, apenas una semana después.
El Pacto Molotov-Ribbentrop, [1] es el nombre de los ministros de Exteriores de los dos países, y fue firmado el 23 de agosto, justo una semana antes de que la Alemania nazi atacase a Polonia, lo que desencadenó el estallido de la guerra. Pero, de acuerdo con el mayor general retirado, Lev Sotskov, el servicio de inteligencia en el extranjero soviético, ordenando 700 páginas de documentos desclasificados, la guerra no hubiera estallado si se hubiera aceptado la oferta de la alianza occidental de Stalin.
“Esta fue la
última oportunidad de matar al lobo, después de que el primer ministro
británico hubiese abandonado a Checoslovaquia tras la agresión alemana,
vulnerando lo que en el año anterior, firmaron en el Tratado de Mónaco”, dijo el general Sotskov, de 75 años.
La oferta
soviética, como lo demuestra el acta de la reunión desclasificada, fue
hecha por el Ministro de Defensa, el mariscal Klementi Voroshilov, y el
Jefe del Estado Mayor del Ejército Rojo Borís Shapóshnikov; así serían
desplegados en la frontera alemana, en caso de un ataque hacia el Oeste,
120 divisiones de infantería, cada una de las cuales constarían de
19.000 soldados, 16 divisiones de caballería, 5.000 piezas de artillería
pesada, 9.500 tanques y unos 5.500 aviones y bombarderos.
Pero el almirante
Sir Reginald Drax, jefe de la delegación británica, dijo a sus homólogos
soviéticos que sólo se le permitía dialogar, no para firmar acuerdos.
“Si los británicos, los franceses y Polonia, su aliado, hubieran considerado seriamente esta oferta, juntos podíamos conseguir un despliegue de unas 300 o más divisiones en dos frentes contra Alemania, el doble del tamaño de las fuerzas de Hitler, que poseía en ese momento“, dijo el general Sotskov, que entró en el servicio secreto soviético en 1956. “Esta fue una oportunidad única de salvar al mundo de la guerra, o al menos de detener al lobo en su guarida.”
Cuando le
preguntaron que fuerzas podía desplegar la propia Gran Bretaña en el
oeste frente a la posible agresión nazi, el almirante Drax dijo que sólo
tenían 16 divisiones de combate listas, dejando a los soviéticos
perplejos ante la falta de previsión de Inglaterra ante un "conflicto
inminente".
El intento
soviético de crear una coalición anti-nazi con Gran Bretaña y Francia
era bien conocida. ¿Pero cuál era el tamaño de las fuerzas que Moscú
estaba dispuesto a poner en ella?, nunca fue revelado.
Simon Sebag Montefiore (ed. ciertamente no un “estalinista”) autor de los best seller, “El joven Stalin” y “Stalin: Los tribunales del zar rojo”, dijo que estaba claro por los documentos desclasificados, que estos detalles son desconocidos para los historiadores occidentales .
“Si los británicos, los franceses y Polonia, su aliado, hubieran considerado seriamente esta oferta, juntos podíamos conseguir un despliegue de unas 300 o más divisiones en dos frentes contra Alemania, el doble del tamaño de las fuerzas de Hitler, que poseía en ese momento“, dijo el general Sotskov, que entró en el servicio secreto soviético en 1956. “Esta fue una oportunidad única de salvar al mundo de la guerra, o al menos de detener al lobo en su guarida.”
Simon Sebag Montefiore (ed. ciertamente no un “estalinista”) autor de los best seller, “El joven Stalin” y “Stalin: Los tribunales del zar rojo”, dijo que estaba claro por los documentos desclasificados, que estos detalles son desconocidos para los historiadores occidentales .
“El detalle de
la oferta de Stalin hacía hincapié en lo que ya se conocía, es decir,
que los británicos y los franceses en 1939 habían perdido la oportunidad
de evitar el colosal ataque alemán, que provocó la Segunda Guerra
Mundial. Esto demuestra que el "alcance de de su responsabilidad al
rechazar esta alianza con Stalin, y es más grave de lo que se había
tenido en cuenta“.
El Profesor Donald Cameron Watt, autor del libro “Cómo llegó la guerra”, ampliamente considerado como un relato definitivo de los últimos 12 meses antes de que comenzara la guerra, comentó que los detalles aunque nuevos, se mostró escéptico acerca de ellos, porque esa oferta no se introdujo en las reuniones. “De esto no se menciona en ninguno de los tres diarios contemporáneos, dos británicos y un francés, incluyendo lo relatado por Drax”, explicó, “No creo que los rusos estaban hablando en serio.”
El Profesor Donald Cameron Watt, autor del libro “Cómo llegó la guerra”, ampliamente considerado como un relato definitivo de los últimos 12 meses antes de que comenzara la guerra, comentó que los detalles aunque nuevos, se mostró escéptico acerca de ellos, porque esa oferta no se introdujo en las reuniones. “De esto no se menciona en ninguno de los tres diarios contemporáneos, dos británicos y un francés, incluyendo lo relatado por Drax”, explicó, “No creo que los rusos estaban hablando en serio.”
Los archivos
desclasificados, que abarcan el período comprendido entre el comienzo de
1938 hasta el estallido de la guerra en septiembre de 1939, muestran
que el Kremlin estaba al tanto de la presión sin precedentes que estaban
realizando Gran Bretaña y Francia a Checoslovaquia, para apaciguar a
Hitler, en la entrega de los Sudetes, región étnica alemana en 1938.
“En cada etapa
del proceso de paz, desde las primeras reuniones secretas entre
británicos y franceses, entendimos exactamente en detalle, lo que estaba
sucediendo”, dijo el general Sotskov. “Estaba
claro que la paz no se detendría con la entrega de los Sudetes de
Checoslovaquia y que ni Gran Bretaña ni Francia levantaría un dedo
cuando Hitler desmantelase el resto del país”.
Invasión de Checoslovaquia, quitando las barreras fronterizas.
Las fuentes de
Stalin, dijo el general Sotskov, fueron los agentes soviéticos de
inteligencia del exterior en Europa, pero no en Londres. “Los documentos no revelan exactamente quiénes eran los agentes, pero probablemente se encontraban en Roma o París”.
Dos años antes, del
ataque de Hitler a Rusia el Blitzkreig, en junio de 1941, y ante el
fracaso de la alianza con Occidente que Stalin había tratado de lograr,
por fin fue realizado, cuando Francia, Polonia y gran parte del resto de
Europa estaban bajo la ocupación alemana [2].
Justo antes de la
infame Pacto de Monaco en 1938, en la que Neville Chamberlain, el primer
ministro británico, efectivamente dio a Hitler luz verde para la
anexión de los Sudetes, el Presidente de Checoslovaquia Eduard Benes,
les dijo en términos inequívocos que, si hubiesen nuevas agresiones de
la parte alemana, no dudaría en invocar el tratado militar entre su país
y la URSS.
“Chamberlain
sabía que Checoslovaquia había dado por perdido la negociación, tras su
regreso de Mónaco a Baviera en septiembre de 1938, agitando un trozo de
papel con la firma de Hitler, tras las reuniones”, dijo el general Sotksov.
"Chamberlain con el papel de la venta de Checoslovaquia".
Las discusiones
secretas entre los responsables de las delegaciones militares
anglo-francesas y soviéticas en agosto de 1939, cinco meses después de
que los nazis entraran en Checoslovaquia, nos sugiere de la
desesperación y la impotencia de las potencias occidentales frente a la
agresión nazi.
Polonia, ante la
posibilidad de que el enorme Ejército Soviético tendría que cruzar su
territorio para hacer frente a Alemania, se opuso firmemente a esta
alianza. Gran Bretaña tenía dudas acerca de la efectividad de las
fuerzas soviéticas, ya que sólo el año pasado, ya que estimaban que
Stalin había degradado a miles de los mejores comandantes del Ejército
Rojo. (Se olvidan que los arrestos no se hicieron por casualidad, esta
afirmación de purga es flagrantemente falsa, porque no se tienen en
cuenta las actividadess y los actos de sabotaje orquestados por la
conspiración troskista-bujariano-Zinovievista, etc..., (consúltese el
dossier "La Gran Conspiración contra la URSS", fruto de la
investigaciones del historiador norteamericano Grover Furr y las actas
de los juicios de Moscú de 1936-1937-1938)
“Estaba claro
que la Unión Soviética estaba sola y tenía que firmar un pacto de no
agresión con Alemania para ganar un poco de tiempo, y poder prepararse
para el conflicto que claramente estaba llegando”, dijo el general Sotskov. (Véanse las memorias de Molotov)
El 21 de agosto, en
un intento desesperado con los franceses para relanzar las
conversaciones fue rechazado, pero al igual que las conversaciones
secretas entre la Unión Soviética y la Alemania nazi, estaban en marcha.
Acuerdo del Pacto (3)
Notas:
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