Fuera, fuera, ladrones de naciones, guardianes de la cúpula banquera, cluecas del capital y sus doblones: ¡fuera, fuera! (Miguel Hernández)
Miguel Hernández no murió, como suele decir los medios de propaganda del capital, sino que fue asesinado por aquellos que todavía continúan pisoteando y explotando al pueblo del que el poeta comunista siempre se sintió parte. Fue castigado por ponerse de su lado, con todas sus fuerzas y en todos los frentes, con sus poesías y arma en mano junto a los que defendían su país de los agresores extranjeros, el fascismo alemán e italiano, y sus títeres locales, los grandes empresarios y terratenientes y los mercenarios a las órdenes del general Franco.
Un 28 de marzo de 1942 moriría encerrado en la cárcel de Alicante, y, como los de tantos otros (fusilados, torturados o encerrados) que lucharon por la justicia y el socialismo, por un mundo sin explotadores, sus asesinos siguen sentándose en los tronos, los escaños y los despachos de las grandes empresas.
Miguel Hernández sí que fue un defensor de la democracia, de la única posible, aquella en la que no hay privilegios y en la que nadie puede vivir a costa de explotar a otros, no como todos los fascistas homenajeados por el régimen actual español, Manuel Fraga, Adolfo Suarez, Felipe González, y tanto canalla como ellos, continuadores de aquellos asesinos que eliminaron a media España, la mejor, la que creía en la verdadera libertad, la que no puede existir si no va de la mano de la la igualdad económica y la solidaridad, y con ellos al poeta de los trabajadores.
Como él, y ahora que vivimos una nueva ola vertiginosa del fascismo criminal en toda Europa, y en especial en España, aunque lo intenten maquillar de estado de derecho o pantomima democrática, hacemos nuestro el deseo del poeta de la clase trabajadora de que, en "una tormenta de martillos y hoces" echemos "fuera a los ladrones de naciones, a los guardianes de la cúpula banquera", para erradicar definitivamente la barbarie del sistema capitalista y a sus verdugos.
El 17 de marzo de 1991 los ciudadanos de la Unión Soviética expresaron su voluntad en referéndum en torno al mantenimiento de la URSS. Los nacionalistas habían conseguido puestos clave en la dirección del PCUS, las políticas económicas de Gorbachov iban en detrimento de los trabajadores hasta llegar a tener consecuencias dramáticas, los países occidentales trabajaban por el desmembramiento de la URSS y el sistema socialista.
Gran parte de las autoridades soñaban con romper la URSS y posteriormente en expoliar lo que hasta ese momento pertenecía al pueblo: Fábricas, tierras, maquinaria, empresas etc. Pero los pueblos soviéticos sabían que con el fin de la URSS sólo ganaban las oligarquías y así lo expresaron en el referéndum.
Los resultados hablan por sí solos, la voluntad de mantener la URSS tuvo un amplio respaldo popular. Más de 185 millones de personas estaban llamadas a votar, de las cuales ejercieron su derecho casi 150 millones. El 77'8% de los votantes votaron "Sí" al mantenimiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y un 22'2% se expresaron en contra. El "sí" obtuvo casi 80 millones de votos más.
En algunas Repúblicas las autoridades intentaron sabotear el Referéndum, temerosos de que el pueblo estaba por la preservación de la URSS. Fueron Georgia, Armenia y los países bálticos en donde las autoridades sabotearon el referéndum, que se realizó a pesar de esta circunstancia. Los resultados en las distintas Repúblicas fueron (en porcentajes):
Armenia 71,6 a favor, 27,2 en contra
Azerbaiyan 94,1 a favor, 5,9 en contra
Bielorrusia 82,7 a favor, 17,3 en contra
Georgia 98,9 a favor, 0,7 en contra
Kazajstán 95,6 a favor, 4,4 en contra
Kirguistán 94,5 a favor, 5,5 en contra
Estonia 95 a favor, 4,5 en contra
Letonia 95,1 a favor, 4.1 en contra
Lituania 98,9 a favor, 0,5 en contra
Rusia 71,3 a favor, 28,7 en contra
Taiyikistán 96,2 a favor, 3,8 en contra
Turkmenistán 98,3 a favor, 1,7 en contra
Ucrania 70,2 a favor, 29,8 en contra
Uzbekistán 94,8 a favor, 5,2 en contra
De poco sirvió que los pueblos se manifestaran tan claramente por el mantenimiento de la URSS. Meses después, se traicionaba en los despachos los deseos democráticos de los pueblos soviéticos. Yeltsin a la cabeza, con el apoyo de occidente y la tibieza de Gorbachov, disolvían la URSS. Traicionaron la Constitución que juraron, y violaron claramente la decisión democrática de los pueblos soviéticos.
Hoy, se cumplen 23 años de aquel referéndum y el pueblo de Crimea ha decidido por el mismo método separarse del estado ucraniano. El pueblo de Crimea ha sido rotundo contra las nuevas autoridades golpistas de Kiev, no quieren seguir permaneciendo en un país dirigido por nazis. El 93% de los votantes se han decantado por la secesión, mientras que un 7% votó por volver al marco legal de 1992.
No solo en Grecia y ahora en Ucrania partidos neonazis están en el poder también en otras países de Europa las opciones políticas radicales de derechas con excusa de la crisis económica y de valores sociales ganan cada vez mas simpatías y adeptos. Sus mensajes son sencillos diseñados para personas que no son capaces de discernir por si solas y que amparados por la creación de mentiras y la manipulación de noticias van calando entra la gente normal.
La Brigada Abraham Lincoln agrupó a los voluntarios de los Estados Unidos que lucharon junto a los republicanos contra las fuerzas de Franco durante la Guerra Civil española. De los cerca de 2.800 voluntarios estadounidenses que participaron en la contienda -soldados, técnicos o personal médico-, 800 de ellos nunca regresaron. El que sí lo hizo fue Canute Frankson, el protagonista de esta historia.
Voluntarios de la Brigada Abraham Lincoln
Canute Frankson era un mecánico de Detroit que en abril de 1937 viajó a España para luchar contra Franco. Tres meses después de llegar, le escribió una carta a un amigo de Detroit explicándole “por qué él, un negro, había optado por participar en una guerra entre los blancos que durante siglos nos han sometido a esclavitud“…
Albacete, España. 6 de julio de 1937.
Mi querido amigo: estoy seguro de que a estas alturas todavía estás esperando una explicación detallada de lo que tiene que ver esta guerra conmigo. Dado que es una guerra entre los blancos que durante siglos nos han esclavizado, insultado, despreciado… ¿por qué yo, un negro, que he luchado durante años por los derechos de mi pueblo, estoy ahora en España? Porque ya no somos una minoría aislada luchando desesperadamente contra un inmenso gigante, porque, querido amigo, nos hemos convertido en parte activa de una gran fuerza progresista sobre cuyos hombros descansa la responsabilidad de salvar la civilización de la destrucción planificada por un pequeño grupo de degenerados locos en su ansia de poder. Porque si aplastamos el fascismo aquí, vamos a salvar a nuestra gente en Estados Unidos y en otras partes del mundo [...] Todo lo que tenemos que hacer es pensar en el linchamiento de nuestro pueblo. Podemos mirar las páginas de la historia de Estados Unidos manchadas con la sangre de los negros, el hedor de los cuerpos quemados de nuestro pueblo que colgaban de los árboles, los gritos de nuestros seres queridos torturados, los cuerpos marcados por atizadores al rojo vivo [...] Vamos a aplastarlos. Nosotros vamos a construir una nueva sociedad, una sociedad de paz y abundancia. Por eso, amigo, estoy aquí en España. En los campos de batalla de España que lucha por la preservación de la democracia. Aquí, estamos sentando las bases para la paz mundial, por la liberación de un pueblo y de la raza humana. Aquí, donde estamos inmersos en una de las más amargas luchas de la historia humana, no hay diferencias de color, ni discriminación, ni odio racial. Sólo hay odio al fascismo. Sabemos quiénes son nuestros enemigos. Los españoles son muy comprensivos con nosotros. Son gente encantadora. [...] Cada uno de nosotros tiene que dar todo lo que tiene para que esta bestia fascista sea destruida. Después de que todo esto termine, espero compartir mi felicidad con todos vosotros. Será una felicidad que no se podría haber logrado de ninguna otra forma sino que después de haber servido en una causa tan digna. Espero que el mal aparente que cometí [al marcharme] pueda compensarse por el servicio que doy aquí a la causa de la democracia. Mi sincero deseo es que seas feliz, y que cuando esto se acabe nos volvamos a encontrar. [...] De una cosa estoy seguro: voy a estar satisfecho de lo que he hecho.
Hasta pronto. No sé cuándo podré volver a escribir. Hay tanto que hacer y tan poco tiempo.
Saludos. Canute
Frankson volvió a casa después de un año pero murió al poco tiempo en un accidente de tráfico.
Hoy 17 de marzo del 2014 con el ciento por ciento del escrutinio del referéndum de adhesión a la Federación de Rusia mas del 95% del pueblo crimeo ha expresado su rotundo deseo de volver a formar parte de la Federación de Rusa.
Se acaba así con una situación anómala e injusta que obligaba a los crimeanos a pertenecer a un país que les consideraba extranjeros en su propia patria. Todo esta situación de marginación política se ve agravada raíz de los últimos sucesos ocurridos en Ucrania con el golpe de estado impulsado por occidente apoyado en la derecha y elementos nazis de Kiev.
Ciudadanos de Crimea celebran el triunfo del referéndum con la estatua de Lenin al fondo
El temor ante una mas que inminente limpieza étnica y una dictadura que el autoproclamado gobierno de Kiev va ha desatar entre los ucranianos de lengua rusa, de otras etnias y adversarios políticos ha conseguido que los ciudadanos de Crimea se decanten por la separación de Ucrania y solicitar el ingreso otra vez en Rusia de forma abrumadora. El éxito del referéndum abrirá al camino a que otras regiones de este y del sur a seguir el mismo camino para evitar la represión de los nazis ucranianos auspiciados por occidente.
70 años se cumplen este año de la liberación de los nazis de Crimea por parte del ejercito soviético hoy por fin pueden descansar tranquilamente las almas de aquellos aguerridos y aguerridas combatientes que dieron con su sacrificio por liberar Crimea del fascismo.
Guerrilleras crimeanas durante la liberación en 1944
Cosmonautas, héroes de la Unión Soviética y de Rusia y representantes del sector espacial evocaron hoy a Yuri Gagarin como el primero en volar a la ingravidez, en ocasión del aniversario 80 de su natalicio.
La ciudad Gagarin (Gzhatsk hasta 1968), unos 180 kilómetros al suroeste de Moscú, en la provincia de Smolensk, fue el centro de las actividades conmemorativas celebradas este domingo en homenaje al primer cosmonauta del mundo y héroe de la Unión Soviética.
Como cada año se congregaron en la plaza Roja de esa urbe, junto al monumento a Gagarin una representación de la primera brigada que se adiestró en el Centro de Preparación de Cosmonautas, en 1961, bajo la conducción del científico y constructor Serguei Koroliov, otros profesionales de la cosmonáutica y dirigentes del gobierno regional.
Pilotos y cosmonautas de varias generaciones se juntaron este 9 de marzo para evocar en sus anécdotas al protagonista de la frase legendaria “poyejali” (vamos), en su ascenso a las estrellas aquel 12 de abril de 1961, en la nave espacial Vostok. Gagarin contempló el globo terráqueo desde el espacio en una hora y 48 minutos.
Nació Gagarin en 1934 en la aldea Klushino, región de Smolensk, en una familia de campesinos, y desde niño soñó con ser piloto.
La jornada conmemorativa, presidida por el dos veces héroe de la Unión Soviética y cosmonauta Alexei Leonov, incluyó un ciclo de conferencias (la edición 41 de lecturas científicas), charlas, competencias deportivas, presentaciones y exposiciones en varias instituciones de la ciudad.
Como tradición se organizó asimismo una visita a la casa museo de la familia Gagarin y al refugio que construyeron sus padres en la aldea de Klushino, durante la ocupación de la región de Smolensk por los ocupantes fascistas.
Asistieron además a los homenajes los cosmonautas Víctor Afanasev, Anatoli Berezovoi, Boris Volynov y Victor Gorbatko, y exponentes de la cosmonáutica rusa, así como el jefe del Centro de Preparación de Cosmonautas en la Ciudad Estelar, Serguei Krikalev, cosmonauta y héroe de la Unión Soviética y de Rusia.
Gagarin falleció en un accidente el 27 de marzo de 1968 durante un vuelo de entrenamiento en un avión MIG-15. A este hombre leyenda el cine ruso consagró la película Gagarin: el primero al cosmos, que se estrenó en junio de 2013.
Hoy en día la juventud honra a sus héroes en los deportes,pero hubo un tiempo en que los héroes con letras mayúsculas traspasaron los limites del ser humano si alguien destaca como el héroe Universal por antonomasia este es sin lugar a dudas Juri Gagarin a su gran gesta hay que unir que murió a edad tempana en un desgraciado accidente de aviación,lo que incremento aun mas su leyenda.
Yuri Gagarin, el primer cosmonauta
Yuri Alekseyevich Gagarin nace el 9 de marzo de 1934 en Klúshino, al oeste de Moscú (región rusa de Smolensko, Unión Soviética). Su padre, Alekséi, era un carpintero y granjero que vivía junto a su mujer Anna y sus cuatro hijos en un koljoz o granja colectiva soviética. El pequeño Yura era el tercero de cuatro hermanos. A todos ellos les tocó sufrir la invasión nazi de la URSS durante la Segunda Guerra Mundial. Un día en plena guerra, viendo un aterrizaje forzoso de un caza soviético alcanzado, hizo que sus sueños eligieran un destino: él sería piloto…
Al terminar el sexto curso en 1949, ya en la posguerra tras la victoria de la URSS, Yuri decidió mudarse a Moscú, donde vivía su tío, para estudiar en la Escuela Lyubertsy de formación profesional. Aquí Yuri se formaría como fundidor metalúrgico de primera clase, al mismo tiempo que asistía a clases nocturnas para poder terminar los estudios secundarios. Es en esos tiempos cuando se afilia al Komsomol (acrónimo de la Unión de Juventudes Comunistas soviéticas). En 1951 se graduó en Lyubertsy como fundidor y simultáneamente terminó el séptimo curso de secundaria, lo que le permitió proseguir con los estudios superiores en el Instituto Técnico Industrial de Saratov. Estamos en 1955. Desde septiembre de 1954 a octubre de 1955 entra en el Club de Vuelo de Saratov, donde aprende a volar con una aeronave Yakovlev Yak-18. Allí realiza también sus primeros saltos en paracaídas.
Derecha: Yuri en su época adolescente en Moscú a principios de la década de 1950 • Izquierda: Junto a sus padres, Anna y Alexéi Gagarin, en 1961.
Derecha: Casa de la familia Gagarin durante la infancia de Yuri en Klúshino (región de Smolensko) • Izquierda: Yuri en 1953 junto a un compañero de la escuela politécnica de Saratov. Recomendado por sus instructores, Yuri es enviado a la Escuela de la Fuerza Aérea de Orenburg, donde además de en el Yak-18, aprende a volar en el reactor MiG-15. Es allí donde Yuri se casará con su novia, Valentina Ivanovna Goryacheva (luego Valentina Gagarina). Tras ser graduado en la Escuela de Orenburg con excelentes notas, es destinado en diciembre de 1957 a la Flota del Norte en el Ártico, a Luostari-Novoe en el oblast de Murmansk, como piloto de Aviación de la Marina Militar soviética. Yuri, que entre otros ha leído a Tsiolkovski (maestro y visionario autodidacta ruso considerado el precursor de la cosmonáutica soviética), ha visto en el lanzamiento del Sputnik-1 —la primera nave espacial de la historia— la puerta que conducirá al hombre al Cosmos.
Uno de los más populares retratos de Gagarin con su firma, que siempre apuntó hacia arriba
‘Misteriosas’ entrevistas
El 12 de octubre de 1959 Yuri Alekseyevich —junto a otros compañeros de profesión aeronáutica, civiles o militares— había sido seleccionado para someterse a una serie de misteriosas entrevistas. Lo único que los pilotos pueden suponer es que se trata de una selección para un nuevo tipo de avión. Hombre determinado, es elegido para la siguiente tanda de entrevistas y pruebas que se celebrarán en Moscú bajo la dirección del coronel de la fuerza aérea Yevgueni Kárpov. Las pruebas se van tornando cada vez más exigentes y del grupo inicial sólo quedan 20 aspirantes, que a principios de 1960 dejan sus unidades de procedencia y formarán el Grupo 1 de Cosmonautas de la Fuerza Aérea soviética. Yuri tiene 265 horas de vuelo y durante un tiempo acumulará pocas más. Los veinte van a ser sometidos a un entrenamiento extremadamente riguroso a nivel físico y mental: los introducirán en cámaras de aislamiento, en habitáculos donde soportarán altas temperaturas, harán entrenamientos de supervivencia, realizarán vuelos parabólicos para experimentar la ingravidez… Yuri soporta todo y nunca pierde su buen humor y su permanente sonrisa. Sus propios compañeros lo consideran un líder y siempre supera las pruebas obteniendo resultados que le colocan en los primeros puestos.
Un día de verano en el campo con su mujer Valentina y su primogénita Yelena
Primer cuerpo de cosmonautas soviéticos
Es octubre de 1960 y las autoridades espaciales deciden seleccionar un grupo de “inmediata preparación” para los primeros vuelos de las naves Vostok. Serán seis candidatos y ahí están Guerman Titov, Pavel Popóvich, Valentin Varlamov, Anatoli Kartashov, Andrian Nikolayev y… Yuri Gagarin. A parti de ahí tienen acceso primario a simuladores, los entrenamientos se intensifican y Kartashov, durante unas pruebas en la centrifugadora, sufre heridas en su columna que le descalifican; así como Varlamov, que sufre un accidente que le provoca una lesión cervical mientras buceaba en un lago. Grigori Nelyubov y Valeri Bykovskison llamados para reemplazarlos. El 6 de enero de 1961 realizan los exámenes que les cualifican como pilotos-cosmonautas de la Unión Soviética. La Comisión de Estado elige a los tres que se prepararán para el vuelo de la nave Vostok-1. Serán (por orden alfabético) Gagarin, Nelyubov y Titov, aunque nadie sabe aún quién será el elegido.
Imágenes en torno a la casa familiar en la Ciudad de las Estrellas de Moscú.
Camino a Baikonur y a la gloria
En medio de toda esta vorágine nace el 7 de marzo su segunda hija, Galina. La mayor, Yelena, había nacido el 4 de octubre de 1959, dos años justos después del lanzamiento del Sputnik 1. Yuri se despide de su familia para marchar el 17 de marzo de 1961 hacia Baikonur, donde los primeros cosmonautas comenzarán a entrenar con equipamiento real. Como trágico recordatorio de que todo aquello no era rutinario, el 23 de marzo fallece el candidato a cosmonauta Valentin Bondarenko a consecuencia de las quemaduras sufridas en un accidente durante una prueba en la cámara de aislamiento. Esto no para al equipo y por fin el 8 de abril la Comisión Estatal elige a Gagarin como cosmonauta titular de la misión Vostok-1 y a Titov como su primer suplente.
Yuri Gagarin (izquierda) y Guerman Titov (derecha), suplente de Gagarin en la misión Vostok 1 y segundo hombre en órbita en la segunda misión Vostok en 1961.
La víspera de su vuelo fue tranquila, aunque ni Gagarin ni Titov pudieron pegar ojo. La expectativa era obviamente demasiado grande. Sin embargo, a ninguno de los futuros cosmonautas se les pasó por la cabeza comentar este hecho: a las 5:30 de la mañana Gagarin y su suplente Titov son “despertados” por los responsables de la misión.
El 12 de abril de 1961 a las 09:07 (hora de Moscú) el cohete Vostok con el primer cosmonauta de la historia despega desde la rampa 1 de Baikonur (hoy Rampa de Gagarin). Es cuando Yuri exclama una expresión que pasaría a la historia y permanece vigente en nuestros días, medio siglo después: Poyéjali! (поехали!, “¡Allá vamos!”).
Su vuelo fue muy corto en términos actuales, pero quedó grabado en la historia para siempre. En 108 minutos despegó, entró en órbita, realizó una vuelta en torno a la Tierra y regresó sano y salvo.
Yuri Gagarin era ya un héroe. Aterrizó en las inmediaciones del pueblo de Smelovka, en la región de Saratov (al sur de Rusia). Las primeras personas que vieron a Gagarin enfundado en su traje naranja tras aterrizar fueron las campesinas locales Anna Akimova, koljosiana de una explotación colectiva cercana, y Rita, su nieta de seis años. Yuri había descendido en paracaídas y portaba un extraño traje espacial de color naranja, pero afortunadamente en su casco blanco estaban escritas, bien visibles en color rojo, las siglas CCCP (en ruso Союз Советских Социалистических Республик, SSSR; “URSS”, siglas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).
—¡No tengan miedo, soy soviético!… vengo del espacio y tengo que encontrar un teléfono para llamar a Moscú.
Gagarin con Serguéi Koroliov. El gran ingeniero-jefe del programa espacial soviético fue amigo personal y un hombre clave en la vida de Gagarin, por quien el principal responsable del programa cosmonáutico de la URSS sentía especial afecto y predilección.
Después de ser localizado por el equipo de rescate, Gagarin es llevado a la ciudad de Engels, donde se comunica con sus superiores y comparte las primeras impresiones de su vuelo. Su próxima escala es la ciudad de Samara (Kuybishev) donde ya le esperaban innumerables ciudadanos soviéticos, preludio de lo que sería su gran bienvenida triunfal en Moscú. Previamente se reunió con el ingeniero-jefe Serguéi Koroliov y su equipo para relatarles la experiencia de su hazaña. Cuenta la leyenda que el cansancio por la tensión de los días previos era tal que Koroliov y su equipo sucumbieron al sueño al final del encuentro… Los dias previos habían sido extenuantes, pero ya habría tiempo para conocer los detalles del vuelo de Yuri.
Mientras tanto, en Moscú se organizaban rápidamente los festejos correspondientes, aunque en principio no hubo grandes celebraciones planeadas pero sí espontáneas. Desde el mismo instante en el que la radio transmitió el primer cable de la Agencia TASS anunciando la hazaña de Gagarin el 12 de abril, los ciudadanos soviéticos salieron a la calle a celebrarlo con entusiasmo a lo largo y ancho del país. La primera medida adoptada por el gobierno soviético fue la de ordenar un ascenso inmediato en el grado militar del nuevo héroe: antes de pisar Moscú, Gagarin pasó de ser teniente a mayor (comandante) de la Fuerza Aérea Soviética.
Miles de moscovitas abandonaron sus quehaceres para tomar eufóricos las calles de la capital de la URSS el 12 de abril de 1961 de forma masiva y espontánea, nada más conocerse los primeros cables de la Agencia TASS que anunciaban al mundo la hazaña pionera de Gagarin y del programa espacial soviético esa misma mañana. [Foto: Life]
Héroe de la Unión Soviética y celebridad internacional
Yuri arriba al aeropuerto moscovita de Vnukovo el 14 de abril de 1961, donde le espera una recepción jamás vista. Todo el pueblo de la capital soviética estaba en la calle para recibir al gran héroe ese día. El instante en el que Yuri recorre la alfombra roja que lo recibía quedó grabado para siempre en la historia con uno de sus zapatos sin los cordones atados. Se dirigía hacia el estrado donde lo esperaban su esposa y los líderes sovíéticos, el secretario general Nikita Jruschov y el resto de los miembros del Politburó del Partido.
Tras su histórico vuelo Gagarin se convirtió en una celebridad internacional. Realizó giras triunfales por varios países socialistas y capitalistas de la época, donde recibió un baño de masas que le aclamaban como héroe durante un período de dos años de viajes muy intensos. También tuvo tiempo para retomar sus estudios de ingeniería en el Instituto Zhukovsky de la Fuerza Aérea, en septiembre de 1961. Sin embargo, su figura fue objeto de grandes cuidados y prevenciones por parte del Estado soviético; por lo que estuvo alejado de la actividad aeronáutica, la gran pasión de Yura desde niño, durante mucho tiempo. Este aspecto, sumado a su elevada exposición pública, ejercieron influencias negativas que provocaron en Gagarin algunos períodos de depresión y abuso de la bebida durante esa época.
No obstante lo anterior, luego llegaron numerosos y diversos desafíos para Yuri en su otra pasión vital… En 1960 el komsomol Gagarin había sido admitido como militante del Partido Comunista de la Unión Soviética y a partir de su hazaña en 1961 había recibió las más altas condecoraciones y honores a las que un ciudadano soviético podía aspirar: la medalla de Héroe de la Unión Soviética que llevaba aparejada la Orden de Lenin. Yuri se había convertido en una de las más grandes personalidades públicas del país; lo que le llevó posteriormente a altas responsabilidades políticas, siendo elegido en 1962 miembro del Soviet Supremo, el principal órgano representativo y legislativo de la URSS.
Gagarin agradece los aplausos desde la tribuna al plenario del Soviet Supremo de la URSS.
Aportación al programa espacial soviético
A mediados de junio es ascendido a teniente coronel y asume responsabilidades en el entrenamiento del plantel de mujeres cosmonautas, de las que saldría la pionera Valentina Tereshkova, la primera mujer en viajar al espacio. Gagarin tuvo una participación fundamental en el entrenamiento de Tereshkova y una gran amistad con ella desde esos tiempos hasta el final de sus días.
De forma progresiva Gagarin se involucra en el programa espacial soviético, aunque siempre alejado de situaciones de riesgo, una precaución que las autoridades del país cuidaban con celo. Si bien viajó al espacio una sola vez, el de la Vostok 1 no sería la última participación de Yuri en un vuelo relacionado con este primer programa espacial tripulado de la historia: en agosto de 1962 ejerce de oficial de comunicaciones en el vuelo conjunto de las Vostok 3 (Nikolayev) y Vostok 4 (Popovich), un doble vuelo histórico en el que por primera vez dos naves tripuladas surcaron nuestra órbita de forma simultánea.
En noviembre de 1963 es ascendido a coronel y en diciembre es nombrado primer subjefe en el Centro de Entrenamiento de Cosmonautas a las ordenes del comandante del TsPK, el general Nikolai F. Kuznetsov. Oficialmente alejado desde todo tipo de actividad aeronáutica, Gagarin acepta las tareas encomendadas a regañadientes… Fue necesaria una resolución expresa para “dejar en tierra” al primer cosmonauta de la historia: en junio de 1964 la decisión fue tomada. Gagarin era demasiado valioso como para que corriera cualquier tipo de riesgos en vuelo.
Finalmente, en octubre de 1966, es asignado como cosmonauta de respaldo en la mision de la Soyuz 1, la primera prueba orbital de la que estaba prevista como nave tripulada diseñada para llevar cosmonautas a la Luna. Esta nave de nuevo diseño era la clave para el programa espacial lunar tripulado soviético. Para el primer vuelo de la Soyuz alrededor de la Tierra se seleccionó a Vladimir Komarov. Inicialmente, el nombre de Gagarin estaba relacionado con el programa espacial lunar tripulado de la Unión Soviética y de hecho era un fuerte candidato a realizar el primer vuelo tripulado sovético a la Luna.
Gagarin fue asignado como cosmonauta de respaldo de Komarov, tal como Titov fue el suyo cuando voló en el Vostok 1. El primer vuelo de una nave Soyuz terminaría en una tragedia: el 24 de abril de 1967 Komarov muere al reingresar a la Tierra cuando el módulo de descenso de la Soyuz se estrella como consecuencia del despliegue incompleto de paracaídas de frenado. La muerte de su amigo Komaron afectó enormemente a Yuri. Y además las consecuencias de esta tragedia impactan profundamente en el programa espacial soviético, retrasando el desarrollo de las naves Soyuz y aplazando los esfuerzos en la carrera tripulada a la Luna.
El accidente de la Soyuz 1 y la muerte de Komarov tendrían un impacto definitivo en la carrera cosmonáutica de Gagarin: las autoridades decidieron que Yuri no realizaría otro vuelo espacial. La tragedia de la Soyuz 1 finalmente demostró los riesgos de la exploración del espacio. Gagarin tenía una importancia muy grande como para que fuera expuesto a los riesgos de otro viaje espacial. Naturalmente, Gagarin no estuvo en absoluto de acuerdo con esta nueva decisión.
Un trágico y prematuro final
El 17 de febrero de 1968 defiende su tesis en el Instituto de las Fuerzas Aéreas Zhukovsky y obtiene el título de ingeniero. Yuri confía en que este nuevo logro en su carrera sirva para disuadir a las autoridades y le dejen volar. Finalmente, el 13 de marzo de 1968 es revocada la orden que impedía volar a Gagarin pero con ciertas restricciones: si bien no viajaría al espacio, se le permitía realizar vuelos en aviones militares siempre y cuando fuera asistido por instructores. De esta manera Yuri volvió a volar a bordo de aviones de combate MiG-15 UTI diseñados para el entrenamiento de tripulaciones. Siempre con un instructor realizó un total de 18 misiones entre el 13 y el 22 de marzo de 1968.
Precisamente en uno de estos vuelos a bordo de un MiG-15 Gagarin muere en accidente el 27 de marzo de 1968. Gagarin despegaría ese día supervisado por el coronel Vladimir Seryogin, un experto piloto de caza con más de 200 misiones en la Segunda Guerra Mundial. El MiG-15 UTI con el número clave de 625 se estrellaría y resutarían muertos sus dos tripulantes. Las causas del accidente fueron investigadas por las autoridades en su momento, pero buena parte de las conclusiones de las pesquisas permanecieron clasificadas. Esto, junto con otro tipo de intencionalidades propagandísticas de los adversarios de la URSS en plena Guerra Fría, dio lugar a numerosas teorías falsas o malintencionadas, así como a especulaciones publicadas de todo tipo —pero con escaso o ningún rigor o fundamento— que llegan hasta nuestros días.
La Plaza Roja de Moscú, escenario del masivo recibimiento a Yuri Gagarin en 1961, enmudeció siete años después durante las honras fúnebres que la Unión Soviética dedicó a su primer cosmonauta tras el fatídico accidente del MiG-15.
Izquierda: Valentina Gagarina llora desconsolada delante de un retrato de su marido en el lugar donde fue enterrado: la muralla del Kremlin de Moscú, el lugar de honor reservado para que reposen los restos mortales de las grandes figuras históricas del país de los soviets • Derecha: Valentina Tereshkova (izquierda) acompaña a la viuda de Gagarin durante las honras fúnebres en la Plaza Roja.
Las causas del accidente fueron una conjunción de eventos técnicos y humanos que desembocaron en la tragedia. A pesar de la escasa información oficial es posible determinar una serie de acontecimientos que explican el siniestro. El MiG-15 fue equipado ese día con dos depósitos externos de combustible que permiten ampliar la autonomía de vuelo de la nave, pero disminuyen la maniobrabilidad de la misma. En muy pocos minutos se produjo el fatal desenlace: el despegue de la nave tiene lugar a las 10:19 y a las 10:31 se pierde contacto de radio con el MiG. Gagarin y Seryogin entran en un banco de nubes que dificultaron las maniobras realizadas.
Los datos meteorológicos disponibles no habían advertido la existencia de nubosidad y cuando los pilotos descienden para salir del banco de nubes se encuentran ya a una escasa y peligrosa altitud de vuelo. El MiG 15 volaba en un ángulo demasiado vertical con respecto a tierra, lo que resultaba particularmente peligroso en este modelo de aeronave. Los esfuerzos de los pilotos para recuperar la actitud correcta debieron ser vanos y se estrellan en el interior de un bosque. Ambos pilotos murieron en la cabina y se pudo determinar que no realizaron intentos de eyectarse, quizá por la rapidez con que se sucedieron los acontecimientos.
El gran legado de Yuri Gagarin
En cuestión de pocos minutos, en su último vuelo, Yuri Gagarin pasó de ser un héroe para su país y toda la Humanidad a convertirse en un mito y en un recuerdo doloroso pero imborrable e inolvidable en la conquista del espacio. Su muerte, lamentada por todos, es una muestra del heroísmo inicial de aquellos años de servicio en la Fuerza Aérea soviética, cuando decidió ingresar como candidato en esa extraña y peligrosa nueva profesión, la de cosmonauta. Un oficio en el que la única opción en esos vuelos pioneros era la gloria o la muerte. La brillante carrera de Yuri Gagarin culminó recorriendo ambos caminos con un triste y prematuro final. Pero su nombre y su hazaña permanecen y permanecerán grabados en el recuerdo y el justo homenaje de las generaciones presentes y futuras. ¡Hasta siempre, Yuri! El vuelo de Yuri
Unos jóvenes observan un cartel en el que aparece retratado el astronauta Yuri Gagarin, cerca de la base de Baikonur, en Kazajstan. (AP/Dmitry Lovetsky)
Hace ya medio siglo que Yuri Gagarin (Gjask, 1934) viajó al espacio. El 12 de abril de 1961 se convirtió en el primer hombre que se acercó un poco más a las estrellas. En una pequeña cápsula de algo más de dos metros de diámetro, la Vostok I, llegó a dar dos vueltas a la Tierra a 28.000 km/h. La odisea duró casi dos horas y pensó, sobre todo, en su madre y en cómo reaccionaría al conocer la noticia, que fue secreta hasta su aterrizaje en suelo soviético. El simpático y menudo teniente (1,69) fue ascendido a coronel y elevado a la categoría de héroe nacional. Pero pagó un precio alto por la fama. Moscú le prohibió cualquier actividad peligrosa que le pudiera costar la vida. Jamás volvió al espacio y no recuperó su licencia de piloto hasta 1968. El 27 de marzo de ese año se estrelló en el Mig-15 que pilotaba junto a un instructor. Se multiplicaron las hipótesis sobre el accidente, incluida la de un supuesto complot del KGB para acabar con esta leyenda con aspiraciones políticas. Pero la más verosímil parece ser la trágica combinación de falta de experiencia de Gagarin y el mal tiempo. Sus restos descansan en el muro del Kremlin.
Gagarin junto a su esposa Valentina y su hija Jelena durante una jornada de descanso en el campo, en el año 1960. (AFP)
Antes del lanzamiento. Esta imagen tomada el 12 de abril de 1961, muestra al cosmonauta Yuri Gagarin en el interior de la nave Vostok 1 poco antes de convertirse en el primer hombre que orbitó la Tierra. (AFP)
Gagarin pasea con su esposa Valentina por las calles de Moscú, en una imagen de 1968.
El cosmonauta fue recibido y paseado por las calles de Londres, en 1961, a bordo de un espectacular Rolls Royce con la matrícula “YG 1″ como homenaje.
Funeral para unos héroes. Multitud de ciudadanos soviéticos acudieron a las honras fúnebres de Yuri Gagarin y Vladimir Seregin, el coronel ingeniero acompañante del astronauta en el accidente que les costó la vida durante un vuelo de entrenamiento. (ITAR-TASS REUTERS)
Hoy en el espacio. El astronauta norteamericano Ron Garan, a la izquierda, y los rusos Alexander Samokutyayev y Andrei Borisenko, miembros de la misión a la Estación Espacial Internacional, observan un retrato de Gagarin impreso en la cápsula Soyuz TMA-21. La nave, que lleva el nombre del astronauta, ha sido lanzada hoy con éxito desde el cosmódromo de Baikonur, el mismo desde el que partió Gagarin hace 50 años. (AP/Dmitry Lovetsky)
Gagarin se convirtió en un héroe nacional de la Unión Soviética, fue condecorado con las más altas distinciones y ascendido al grado de coronel. El propio presidente estadounidense, John Kennedy, reconoció su hazaña a pesar de que el viaje del ‘Vostok’ era la segunda bofetada a la carrera espacial americana, tras el lanzamiento del satélite artificial ‘Sputnik’ en octubre de 1957. Todos los niños rusos querían ser cosmonautas, como Gagarin, al que algunos apodaron el Colón del Cosmos. (ITAR-TASS REUTERS)
La Revolución de octubre significó un avance sin precedentes en la lucha por la emancipación de la mujer. En la Rusia zarista las mujeres eran una propiedad del hombre, del marido o del padre. Los matrimonios solían ser concertados, y una vez casada la mujer dejaba de pertenecer al padre para ser una posesión del marido. La mujer era invisible en la vida pública, al igual que sucedía en toda Europa.
La Revolución de Octubre abrió la posibilidad a avances sociales y con mayor o menor éxito, sí que se intentó establecer una igualdad efectiva entre hombres y mujeres.Mención especial merece Aleksandra Kollontai, quien al frente del Comisariado para la Asistencia pública, se encargó de ejecutar las leyes del nuevo régimen y que supusieron un avance.
Aleksandra Kollontai, feminista y revolucionaria
Desde el siglo XXI nos pueden parecer medidas muy corrientes, pero en 1917 estasmedidas fueron pioneras a nivel mundial, abriendo el camino a conquistas en otros países. Destacan leyes como el establecimiento de igual salario por igual trabajo, algo revolucionario en la época. Se estableció un permiso retribuido por maternidad y embarazo, se estableció el matrimonio civil (hasta entonces sólo tenía validez el matrimonio ante la iglesia), se estableció el procedimiento de divorcio, se acaba con la distinción legal entre hijos legítimos e ilegítimos, se establecieron jardines de infancia y comedores, se permitieron días de descanso mensuales para las mujeres, y se legalizó por primera vez en el mundo el derecho al aborto, que se realizaba en los hospitales de forma gratuita.
Antes de la revolución, casi nueve de cada diez mujeres era analfabeta. El gobierno de Lenin entendió la alfabetización como una condición prioritaria para la emancipación de la mujer. El aula, hasta entonces reservada a los varones, se abría a las chicas.
La incorporación de las mujeres al mundo laboral se produjo en todos los sectores. A lo largo de la época soviética, hubo retrocesos y adelantos en lo que se refiere a estas medidas. La invasión nazi de 1941, fue repelida por los pueblos soviéticos, en donde las mujeres jugaron un papel fundamental, demostrando al mundo que también en el campo militar son igual de valiosas que los hombres.
En la década de los 70, ya había un mayor número de mujeres en la economía productiva que de hombres. El 70% de mujeres trabajaba en el sector industrial, desempeñando funciones cualificadas, lo que demuestra un gran avance en la lucha por acabar con la división sexual del trabajo. Un 10% de las empresas soviéticas en 1970 eran dirigidas por mujeres, un porcentaje bajo para lo deseado pero que aún en 2014 no ha sido superado.
La inserción de las mujeres al mundo laboral se produjo en todos los sectores. El 68% del personal médico o el 72% del profesorado era femenino. A nivel educativo, ser mujer dejó de ser un obstáculo. De cada 10 alumnos de educación superior, 6 eran mujeres.
Con mayor o menor éxito, se intentó que las mujeres formaran parte de los espacios públicos de decisión. A nivel político las mujeres suponían un 50% de los soviets locales, un 40% en los soviets de Repúblicas y un 32% en el Soviet Supremo de la URSS. El 37% de los jueces populares elegidos eran mujeres, mientras que en los tribunales populares suponían un 55%.
Si bien se podrían haber conseguido mejores resultados en la igualdad efectiva entre sexos, no hay que olvidar que la URSS supuso un ejemplo importante y un espejo en el que fijarse para los avances en otros países. Siempre fue una tarea prioritaria para el Estado soviético acabar con la discriminación de la mujer.
Escrito por Proyecto Ambulante.Traducido por “Cultura Proletaria” del blog “A Pagina Vermelha”.
Para Karl Marx, en la “Crítica al programa de Gotha”, el bienestar de los obreros es un objetivo de la sociedad comunista
“¡Dice que es comunista pero usa un Iphone!” ¿Quién no escuchó esta frase nunca, generalmente en tono histérico o irónico, de este o aquel ignorante derechista metido a conocedor de la historia y de la obra de Marx? La revelación que hará este artículo dejará a muchos lame-botas de los capitalistas inquietos, tal vez incluso irritados. Ciertamente, al usar un cliché tan ridículo, ellos ignoran que un invento que están acostumbrados a usar fue concebido originalmente en un país socialista.
Según la leyenda, “el primer teléfono móvil fue inventado en los EE.UU”. La misma insiste en que el 3 de abril de 1973, el director de la compañía Motorola, Martin Kutcher, presentó en Manhattan un dispositivo de telefonía móvil en una exposición. Hasta 1979, la Travel Electronics no pasaría a comercializarlo. Pesaba casi 1 kilo y su valor era de aproximadamente unos 3700,00$. El coste de la conexión era de 24 a 40 centavos por minuto.
Cualquiera que busque algo relacionado con el nombre de Leonid Ivanovich Kupriyanovich se dará cuenta de que apenas sabe una parte de la historia. El inventor comunista ruso era un famoso ingeniero, conocido por sus inventos en el área de comunicación. En 1955, publicó en una revista científica para amantes de la radio, una descripción de su aparato walkie-talkie, capaz de hacer conexiones de hasta 1,5 km de distancia. Pesaba cerca de 1,2 kilos y funcionaba con dos tubos de vacío.
En 1957 presentó la misma versión de su walkie-talkie, pero esta vez con un alcance de 2 km de distancia y con un peso de 50 gramos. Pero el ingeniero comunista no se detuvo ahí, en el mismo año presentó el LK-1, un teléfono móvil que usaba ondas de radio, tenía un alcance de 20 a 30 km de distancia y una bateria que duraba de 20 a 30 horas. El dispositivo manual pesaba cerca de 3 kilos y dependía de una estación. Según Leonid Ivanovich, la estación podía servir a varios clientes a la vez. El inventor soviético patentó su teléfono móvil en 1957 (Certificado Nº115494, 1.11.1957). En 1958, en el Instituto de Investigación Científica de Voronej (VNIIS), Kupriyanovich comenzó la búsqueda de un sistema propio de comunicación móvil. Sus descubrimientos científicos eran constantemente publicados en la revista más famosa sobre tecnología editada en la Unión Soviética, la “Nauza i Jizn” (Ciencia y Vida).
Kupriyanov experimenta con su LK-1 mientras lee un libro en el coche
En 1958, Leonid Kupriyanovich fue más allá, encogiendo su invento a un tamaño lo suficientemente pequeño para coger en un bolsillo. El aparato del ingeniero comunista no sólo permitía hacer conexiones, si no también recibirlas de telefonos residenciales y de cabinas telefónicas. Tenía aproximadamente el tamaño de un paquete de tabaco, como la mayoría de los teléfonos móviles actuales.
Kupriyanovich prueba y exhibe su invento: el teléfono móvil
En 1961, el ingeniero comunista de la Unión Soviética desarrolló un dispositivo aún menor, que cogía en la palma de la mano y tenía un alcance de más de 30 km. En el mismo año fue planteada la fabricación de ese objeto a larga escala, según una entrevista dada por Leonid a la agencia de noticias APN. El inventor también habló sobre el planteamiento de construir estaciones de telefonía móvil.
Teléfonos móviles en la década de los 50 y posteriores en la URSS, compatibles con una cazadora/chaqueta o un traje
El primer dispositivo de telefonía móvil nacional acabó siendo el “Altay”, distribuído comercialmente a partir de 1963, y en 1970 ya estaba presente en más de 114 ciudades de la URSS. Muchos de sus dispositivos fueron inicialmente empleados por el mundo médico, en hospitales y después por taxis en el país. El sistema fue usado en países del Este Europeo como Bulgaria y exhibido en la exposición internacional Inforga-65.
Entonces, la próxima vez que venga alguien diciendo eso de que “un comunista de verdad no usa teléfono móvil” o que “el Iphone es capitalista”, haga el favor de recordarle al pobre ignorante que el invento que usa fue creado por el comunista Leonid Ivanovich Kupriyanovich y que se creó en la URSS y no en los EE.UU. Su patente es una prueba de ello.
Patente de la invención de Kupriyanov
Estos argumentos escatológicos son fácilmente refutados con investigación y lectura, con el conocimiento de los clásicos del marxismo-leninismo, que revelan que sus maestros siempre se mostraron favorables a la tecnología. Karl Marx escribió en la “Crítica al programa de Gotha” que era necesario que los trabajadores disfrutasen de confort material en el socialismo. Marx y Engels eran entusiastas del progreso industrial, pero condenaron los métodos por los cuales fue alcanzado. Lenin era un entusiasta de la tecnología, y en su obra política hace hincapié en que el comunismo dependería del poder soviético más la electrificación de todo el país (la electricidad era, entonces, tal vez la más avanzada forma de tecnología humana en su época). La era de Stalin permitió al hombre y a la mujer soviético/a dominar la fuerza que genera el sol, la energía nuclear. El Che Guevara, alumno de éste último, acostumbraba a presentar la democratización de la tecnología como una de las definiciones del socialismo. Luego, lejos de ser prohibido al obrero tener un Ipad o un Iphone, este puede tener la conciencia tranquila de que es plenamente comunista llevar un teléfono móvil (especialmente si tiene una funda comunista para irritar a los anticomunistas), un invento de un genio comunista soviético que facilita y dinamiza las telecomunicaciones.