martes, 15 de marzo de 2016

Ser como Gómez Pagola

Por Lucas Carvajal. 

La historia del futbolista vasco y comunista que resistió al franquismo


Quique Peinado, periodista deportivo español, lanzó en 2013 el interesante libro “Futbolistas de izquierdas”. Se trata de una muy buena recolección de relatos sobre jugadores de balompié que, de una manera otra, escribieron con la zurda su vida política. 

El primero de ellos empieza con una frase digna del dramatismo que solo el fútbol nos regala:“Si los comunistas creen que el fútbol es el opio del pueblo, el Partido Comunista de España en los 60 era un campo de amapolas”. La historia en cuestión es la de Agustín Gómez Pagola, ciudadano de la República Española, nacido en 1922 en la ciudad vasca de Rentería. 

En plena Guerra Civil, el adolescente Agustín huía a la Unión Soviética para salvar su vida: fue uno de los famosos niños de la Guerra, cientos de jóvenes de familias republicanas que marcharon a Moscú ante la inminencia de la victoria franquista. En la URSS, Agustín se convirtió en un ejemplar futbolista del naciente sistema deportivo socialista, jugando con el Torpedo de Moscú y con la selección soviética. Goleador, capitán y stajanovista de las canchas, al lado de sus méritos deportivos guardaba Agustín un honor mucho más discreto: era militante del Partido Comunista de España en el exilio y organizador clandestino de una militancia desperdigada por el mundo entero. Mientras viajaba con su club o su selección, nuestro héroe militaba silenciosamente en el exilio comunista español. 

Después de inscribir su nombre con letras doradas en la historia del Torpedo de Moscú, un Agustín mayorcito volvió a España tras ser fichado brevemente por el Atlético de Madrid. Corría el año del 56 y Franco abría las puertas para quienes quisieran huir del país de los Soviets. Entonces la clandestina militancia comunista de nuestro héroe encontró la mejor tapadera posible: las rayas rojiblancas del equipo colchonero. 

Ya retirado de la práctica profesional, Gómez Pagola se dedica a entrenar equipos de juveniles en Euskadi mientras organiza y coordina a la resistencia comunista vasca, siempre en silencio, sin notoriedad alguna. 

En 1961 es capturado por las fuerzas de seguridad, torturado y liberado gracias a una campaña internacional. Exiliado en Venezuela, continúa en el trabajo internacional de su Partido, siendo integrante del Comité Central. 

Con la aparición de la tendencia eurocomunista en los partidos de Europa Occidental, Gómez Pagola se ubica en el bando de quienes la rechazan y se enfrenta decididamente a Santiago Carrillo en el Comité Central del PCE. Carrillo, secretario general, promueve el antisovietismo y la concertación política. En 1969 la lucha interna lleva a que el sector eurocomunista expulse a los dirigentes del sector marxista-leninista, Gómez Pagola incluido.

La llamada “escisión pro-soviética” de la que Agustín participa, conformaría el Partido Comunista de España (VIII-IX Congreso) del que surgiría el actual Partido Comunista de los Pueblos de España. En 1975, atacado por una enfermedad terminal, fallece nuestro héroe en Moscú. Sus restos descansan en el cementerio de Donskoi, paradójicamente cerca de la tumba de Solzhenitsin.

La vida de Agustín Gómez Pagola, repleta de peligros y de sacrificios, contrasta radicalmente con los arquetipos de futbolistas que se nos presentan día a día. La última entrega del Balón de Oro es paradigmática: jugadores-modelos pisan la alfombra roja, saludan a sus patrocinadores y llenan los bolsillos de sus representantes. 

¿De qué era producto Gómez Pagola? ¿De los horrores de la Guerra Civil y el franquismo? ¿De la férrea cultura conspirativa de los comunistas de la posguerra? ¿De la Guerra Fría? Seguramente algo habrá de cada uno de estos elementos. 

Pero un fútbol ajeno a mercantilismos, afín al sentir colectivo de los clubes y los seleccionados, algo habrá tenido que ver. Y así, mientras el circo del fútbol moderno discute sobre quién fichará a cuál jugador o cuáles son los guayos de la temporada, algunos discretamente ponemos el retrato de un vasco calvo y gordito en nuestro santoral de los futbolistas literalmente zurdos. 

Sí, allí, al lado de la foto del Doctor Sócrates que exigía ganar o perder, pero siempre en democracia. O de la de ese Cantoná enemigo del capital financiero. O arribita de la de Caszely negándose a darle la mano a Pinochet. 

Y así, entre tantos héroes y de tantos sueños de alcanzar de un fútbol distinto, nos comprometemos en ser militantes de la talla de Gómez Pagola.

jueves, 10 de marzo de 2016

Los irrepetibles

A raíz de la declaraciones de la alcaldesa, Ada Colau, sobre la conveniencia de no mezclar la institución armada con la enseñanza, se ha desatado un vivo debate sobre el pacifismo y el militarismo. Tal vez llevada por el sentimiento personal del antimilitarismo de Colau y desde quienes desde su formación ven los ejércitos como innecesarios para alcanzar la paz duradera a la par que un estado democrático pleno, le llevo hacer esas declaraciones a los militares encargados del stand del Salón de la Enseñanza de Barcelona 2016.

Quienes desde la llamada izquierda o extrema hacen un ejercicio absoluto de reduccionismo y plantean la abolición de los ejércitos sin tener en cuenta el contexto actual y la evolución del ser humano, les recomiendo que echen un ojo a este articulo para que aprendan que a veces no queda mas remedio que defenderse con las armas. Y que a lo largo de la historia todos los militares se han movido por los mismos intereses y en muchos casos fueron cruciales para defender y salvar vidas humanas.

Toda renuncia expresa a tener a un ejercito que defienda un estado no es  mas que un ideología infantil y a veces detrás de esa candidez puede esconderse la contrarrevolución al privar al Estado socialista de los mecanismos de autodefensa de los ataques del interior o del exterior. Como diría Vladimir Uliano, alias Lenin es la enfermedad de la izquierda, el infantilismo. 

Los irrepetibles

Las Brigadas Internacionales, Las Brujas de la Noche, El Regimiento Inmortal... los irrepetibles, las irrepetibles. Era junio de 1997 cuando conocí personalmente a varios integrantes de las Brigadas Internacionales que combatieron en defensa de la II República Española en 1936-1939. Estaba en la comisión organizadora del homenaje que se les hizo y a mí me tocó atender a los supervivientes del "Batallón Lincoln". Mi compañera, entonces embarazada, también formaba parte de esa comisión. Eran un total de 9 los brigadistas internacionales que estaban a nuestro cargo, estadounidenses e irlandeses. Entre ellos uno que acaba de morir, Delmer Berg. El último superviviente del "Batallón Lincoln". Murió el martes a los 100 años y nunca dejó de ser quien fue: un antifascista convencido, un combatiente. Un irrepetible.


Los integrantes de la batería de artillería "Dimitrov", englobada en la XV Brigada Internacional, donde se encuadraba el "Batallón Lincoln": Sam Slipyan, Conlon Nancarrow, Ed Loans, Charles Simpson, Delmer Berg, Norman Schmidt y dos españoles no identificados, que son los que están agachados.

Los 9 brigadistas con quienes convivimos varios días están muy presentes en nuestra memoria. Conservamos sus nombres: Delmer Berg, Abraham Osheroff, James Nate Thornton, George Sosenko, Mosess Fishman, Milton Wolff (estadounidenses) Michael Levitas, Michael O'Riordan, Peter O'Connor (irlandeses)... Aún guardamos las fotografías y algún vídeo casero que hicimos por entonces.

Veinte años después no tengo claro qué fue más emocionante, si compartir unos días con unos hombres y mujeres irrepetibles o sentir cómo ellos y ellas se emocionaban al ver a unos jovencitos, a unas jovencitas recuperar un aspecto de la historia revolucionaria española y sentir, decían, que tenían un buen relevo. Nunca llegaremos a ser como ellos, como ellas, pero hacemos lo que está en nuestras manos y desde luego, nunca olvidamos.


El homenaje de otro irrepetible, Peter Seeger.





Y el homenaje de mi admirado Christy Moore a la "Columna Connolly", los irlandeses de la XV Brigada Internacional. El mejor homenaje es el que da el pueblo, que es quien asiste y quien canta y corea.


Las Brigadas Internacionales que combatieron en defensa de la II República Española fueron integradas por 51.000 hombres y mujeres de 54 países y naciones que no dudaron en dejarlo todo para luchar contra el fascismo. Hombres y mujeres irrepetibles que tras el golpe fascista que se produjo el 18 de julio de 1936 contra el experimento emancipador que supuso la II República, con todas sus limitaciones y contradicciones, decidieron dejarlo todo en sus países de origen o de acogida para combatir al fascismo en tierras españolas. 

No sólo tuvimos el privilegio de conocer a esos 9 -curiosamente, "La Nueve" es el nombre de la compañía del Ejército Francés que fue la primera en entrar en París para su liberación de los nazis y que estaba compuesta, en su totalidad, por republicanos españoles-, sino a Irene Strozecka, polaca, que nada más leer lo que hoy sería su tesis doctoral sobre la relación entre la tasa de natalidad y la mortalidad infantil en Polonia se integró en las Brigadas Internacionales y se encargó de dirigir el primer hospital que se abrió para atender a los heridos de las Brigadas. Irene fue de las últimas en abandonar España, saliendo hacia Francia en el éxodo por los Pirineos y no se quedó quieta: se integró en la Resistencia francesa para combatir a los fascistas, como muchos otros, como muchas otras brigadistas internacionales y republicanos españoles. Irene Strozecka murió en 2011 y un dispensario médico de Saint-Denis, muy cerca de París, en la isla de Francia, lleva su nombre.

¡Hasta siempre!

El Lince

¡Muera la estupidez! En ambos sentidos

Ada Colau alcaldesa de Barcelona con los dos militares en el Salón de la Enseñanza en Barcelona 2016

Seguramente hacer comparaciones con traslaciones históricas no siempre es muy riguroso aunque haya gran semejanza. Todo esto viene a raíz de la opinión vertida por la alcaidesa de Barcelona la "controvertida" Ada Colau, sobre la oportunidad de que las fuerzas armadas estén presentes con un stand en la feria de educación de Barcelona. Controvertida claro para los medios mas ultras y próximos a la derecha, tanto la dura PP o Ciudadanos o la blanda PSOE que son los máximos representares de el sistema financiero oligárquico de este país y del capital extranjero.

Toda la polémica se deduce de unas declaraciones de la alcaldesa a los militares que estaban en el stand representando al ejercito  en el Salón de la Enseñanza de este año 2016. En este recinto es donde se promocionan las distintas ramas científico técnicas con posibilidades laborales que sirven para la orientación de los jóvenes que están cursando estudios y a apunto de acabar su ciclo formativo.

De una forma cordial mas que visible Ada Colau estrecho la mano de los militares a la vez que les traslado la opinión que mantiene la mayoría de la corporación municipal de la "oportunidad" del que el ejercito participe en estos eventos de educación y orientación profesional. Estas declaraciones ha sido utilizadas por la oposición y detractores para tacharlas de faltas de educación con una institución como es el ejercito e instrumentalizarlas políticamente.

No voy a entrar a valorar su oportunidad pero sobre todo su orientación política o filosófica, porque seguramente este en desacuerdo con ellas. Sino por las criticas que desprestigian la labor de la alcaldesa y su consistorio. Vituperios que versan sobre la falta de respeto y su posterior instrumentalización política. Digo esto porque en una sociedad democrática para exigir respeto, lo primero, hay que saber es respetar las opiniones que son contrarias a las nuestras, que son expresadas con corrección y que no son dañinas para otras personas o este en caso con la sociedad. Lo que es una falta de ética política es tergiversarlas, sacarlas de contexto para justiciar nuestros argumentos y su posterior utilización. Esto si que es verdaderamente una falta de respeto.

Como escribía en el primer párrafo generalizar es un mal camino para comprender la historia, no cometer los mismos errores a la par que evolucionar. Este es el caso del episodio histórico que nos trae a colación entre un militar fascista Jose Milla-Astray y un filosofo Miguel de Unamuno durante el periodo de la guerra incivil española de 1936-1939. No todos los militares estaban imbuidos de la ideología fascista en aquella época, muchos militares de carrera permanecieron fieles a la República, ni siquiera entre las propias filas de los sublevados. Es por eso que tambien caer en un reduccionísmo simplista ideológico desde postulados de extremaizquierda, en que los militares y el ejercito son perjudiciales para una sociedad democrática, es un grave error de infantilismo de izquierdas. Hoy en día la gran mayoría de los representantes de las fuerzas armadas no tienen que ver con los de antaño, ni si quiera con hace 40 años. Tampoco ninguna nación del mundo sea cual sea su signo ideológico desecha la utilización de ejercito o fuerzas armadas para su defensa. Otra cosa bien distinta es su carácter ideológico que siempre dependerá de la clase dirigente en cada país y su ideológica. No es lo mismo un ejercito del pueblo  al servicio del pueblo, que otro de carácter elitista e imperialista, al servicio de la burguesía.

Es por eso que en vistas de donde se a instaurado el nivel del debate me parece interesante reproducir este articulo sobre el incidente famoso entre un militar  y un filosofo.

La anécdota siempre me ha parecido interesante y quería compartirla a quienes no la conocen. Mas allá de su valor histórico. El significado de las palabras de Unamuno es lo esencial de la historia


En octubre de 1936, el general Millán Astray, que se ocupaba de la delegación de Prensa y Propaganda de los franquistas durante la Guerra Civil, visitó a Unamuno en la Universidad de Salamanca y recitó un discurso con motivo del Día de la Raza (hoy renombrado como Día de la Hispanidad). En este discurso, se refirió al País Vasco y a Cataluña (Unamuno era vasco) como los cánceres de España, y a la sublevación como una cruzada para devolver a España su religión católica.



Alguien grita entonces, desde algún lugar del paraninfo, el famoso lema "¡Viva la muerte!". Millán-Astray responde con los gritos con que habitualmente se excitaba al pueblo: "¡España ..."; ".. una!", responden los asistentes.



(Algunos jóvenes estudiantes falangistas (según otros carlistas) intentan enmendar el viva la muerte con vivas a Cristo Rey y a la paz misericordiosa (...) pero son apagados por los ensordecedores gritos de ritual pseudorracionales y acaban siguiéndolos).



- "¡España ...", vuelve a exclamar Millán-Astray; ".. grande!", replica el auditorio.

- "¡España ...", finaliza el general; "... libre!", concluyen los congregados.

Después, un grupo de falangistas ataviados con la camisa azul de la Falange hacen el saludo fascista, brazo derecho en alto, al retrato de Francisco Franco que colgaba en la pared. Se intenta así enmendar el incidente aunando esfuerzos de hermandad y moral (algo quebrada por el incidente) al unísono.

Un indignado Unamuno, que había estado tomando apuntes sin intención de hablar, se puso de pie y pronunció un apasionado discurso:

Dijo:Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso -por llamarlo de algún modo- del profesor Maldonado, que se encuentra entre nosotros. 

Se ha hablado aquí de guerra internacional en defensa de la civilización cristiana; yo mismo lo hice otras veces. Pero no, la nuestra es sólo una guerra incivil. Vencer no es convencer, y hay que convencer, sobre todo, y no puede convencer el odio que no deja lugar para la compasión. Dejaré de lado la ofensa personal que supone su repentina explosión contra vascos y catalanes llamándolos anti-España; pues bien, con la misma razón pueden ellos decir lo mismo. 

El señor obispo lo quiera o no lo quiera, es catalán, nacido en Barcelona, y aquí está para enseñar la doctrina cristiana que no queréis conocer. Yo mismo, como sabéis, nací en Bilbao y llevo toda mi vida enseñando la lengua española, que no sabéis..

En este punto, el general José Millán-Astray (el cual sentía una profunda enemistad por Unamuno), empezó a gritar: «¿Puedo hablar? ¿Puedo hablar?». Su escolta presentó armas y alguien del público gritó: «¡Viva la muerte!» (Lema de la Legión). Millán habló: «¡Cataluña y el País Vasco, el País Vasco y Cataluña, son dos cánceres en el cuerpo de la nación! El fascismo, remedio de España, viene a exterminarlos, cortando en la carne viva y sana como un frío bisturí!». Se excitó de tal modo hasta el punto que no pudo seguir hablando. Pensando, se cuadró mientras se oían gritos de «¡Viva España!»

Se produjo un silencio mortal y unas miradas angustiadas se volvieron hacia Unamuno, que dijo: 


Dijo:Acabo de oír el necrófilo e insensato grito "¡Viva la muerte!". Esto me suena lo mismo que "¡Muera la vida!". Y yo, que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. 

Como ha sido proclamada en homenaje al último orador, entiendo que va dirigida a él, si bien de una forma excesiva y tortuosa, como testimonio de que él mismo es un símbolo de la muerte. El general Millán-Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero los extremos no sirven como norma. Desgraciadamente en España hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos más. Me atormenta el pensar que el general Millán-Astray pudiera dictar las normas de la psicología de las masas.

Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, que era un hombre, no un superhombre, viril y completo a pesar de sus mutilaciones, un inválido, como he dicho, que no tenga esta superioridad de espíritu es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor. El general Millán Astray desea crear una España nueva, creación negativa sin duda, según su propia imagen. Y por eso quisiera una España mutilada (...)

En ese momento Millán-Astray exclama irritado «¡Muera la intelectualidad traidora! ¡Viva la muerte!» aunque por el gran alboroto del publico no se percibio esa frase, que fue solo oída por la gente que estaba más cerca del general, naciendo así la leyenda de que realmente dijo: «¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!» (leyenda que nace de las declaraciones de Serrano Suñer el cual no se encontraba en la universidad), aclamado por los asistentes. El escritor José María Pemán, en un intento de calmar los ánimos aclara: «¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!».

Unamuno, sin amedrentarse, continúa: 

Dijo:Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote! Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. Yo siempre he sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio país. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis, porque para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho.

A continuación, con el público asistente encolerizado contra Unamuno y lanzándole todo tipo de insultos, algunos oficiales echaron mano de las pistolas... pero se libró gracias a la intervención de Carmen Polo de Franco (esposa de Franco), quien agarrándose a su brazo lo acompañó hasta su domicilio.5 Ese mismo día, la corporación municipal se reunió de forma secreta y expulsó a Unamuno.

Unamuno fue puesto bajo arresto domiciliario y murió el último día del año. Unamuno fue restituido en su cargo póstumamente en octubre de 2011

Tomado de Taringa: http://www.taringa.net/posts/info/13264615/Muera-la-inteligencia.html



jueves, 11 de febrero de 2016

Que la injusticia triunfe no demuestra que sea justa (Bertolt Brecht)

El hecho de que a estas alturas de historia de la humanidad y supuesta evolución sean todavia unos pocos los que disfrutan de la riqueza producida por la mayoria, no demuestra ni mucho menos que lo merezcan o que lo hayan conseguido por su esfuerzo, o que sean los elegidos por imaginados dioses, sino que solo unos pocos de los millones de trabajadores luchan contra la injusticia.


El resto, los grandes responsables de que estemos gobernados por criminales, se resignan a su suerte o incluso agradecen haber recibido algunas migajas. Y eso a pesar de que ya se demostró posible el triunfo de los trabajadores sobre la minoria de saquadores, e incluso estos construyeran la primera potencia mundial economica, social, militar y social, la Union Sovietica.

En el caso de que los que luchan sufran la violencia de los que defienden la injusticia, los que optan por no hacer nada se jactan de haber sido mas listos y de haberse quedado en casa sin tentar a los poderosos.

Sin embargo, como explicó certeramente el poeta antifascista y comunista aleman, Bertolt Brecht, que la injusticia siga imperando, que la dictadura de unos pocos continue sometiendo a la mayoria, que unos cuantos parasitos sigan viviendo de la apropiacion del producto del trabajo de los muchos, no demuestra que la injusticia no exista, sino que, simplemente, son muy pocos los que luchan contra ella.

Al contrario de lo que esperaba el poeta, posiblemente los que permanecen como espectadores ante la infamia ni siquiera se sienten avergonzados por ello, mientras tranquilamente siguen repitiendo como dios manda los mandamientos emitidos una y otra vez en los medios de propaganda del regimen criminal al que sostienen con su cobardía.

Aunque también es muy cierto que mientras la injusticia siga existiendo, siempre habrá, como afirmo otro comunista y ser humano enorme, Ernesto Guevara, el Ché, personas indignadas que luchen contra ella, por lo que la barbarie, aunque algunos lo sueñen cada noche esperando así acabar con el temor al final de sus privilegios, jamás podrá acabar con la idea y la razón de un mundo sin hombres que exploten a otros, de un mundo comunista y justo.

Por eso, cuando hace 20 años los grandes criminales del mundo y sus mercenarios y subditos se embriagaron ante la posibilidad de que al fin hubiera vencido la barbarie capitalista, la injusticia de un mundo con unos cuantos privilegiados y miles de millones de miserables, tras la caida de esa gran pesadilla que fue para ellos la URSS, se equivocaron. Pues entre los hombres, animales racionales diferenciados del resto por su capacidad de transformar la realidad mediante el uso de su razón y su trabajo, siempre habra algunos que no se comporten como las bestias, y que, en consecuencia, seguirán luchando por el sueño de la fraternidad y la igualdad, los dos requisitos imprescindibles para poder vivir en libertad.

Nuestras derrotas no demuestran nada:

Cuando los que luchan

contra la injusticia
muestran sus caras ensangrentadas,
la incomodidad
de los que están a salvo
es grande.

¿Por qué se quejan ustedes?,
les preguntan.
¿No han combatido la injusticia?
Ahora ella los derrotó.
No protesten.

El que lucha debe saber perder
El que busca pelea
se expone al peligro. 

El que enseña la violencia
no debe culpar a la violencia.

Ay, amigos.
Ustedes que están asegurados,
¿por qué tanta hostilidad?
¿Acaso somos vuestros enemigos
los que somos enemigos de la injusticia?

Cuando los que luchan contra la injusticia
están vencidos,
no por eso tiene razón
la injusticia.

Nuestras derrotas
lo único que demuestran
es que somos pocos
los que luchan contra la infamia. 

Y de los espectadores, esperamos
que al menos se sientan avergonzados.

Bertolt Brecht

miércoles, 13 de enero de 2016

El retorno del fantasma de la xenofobia y el racismo

El viejo fantasma de la xenofobia y el racismo ha vuelto a despertar en Europa, nunca nos dejo, mas concretamente en la Unión Europea. Esto es debido al aluvión de noticias que vierten los medios de comunicación de desinformación de masas, las opiniones de tertulianos bien “informados” que se unen a los comentarios en las redes sociales de una gran parte de usuarios de corte ideológico conservador o ultraderechista. Comentarios que son coincidentes, en mayor o menor medida, de que hay un plan maléfico para destruir los valores de la sociedad occidental, sean cuales fueren estos. Estos valores que para un parte son nuestra religión cristiana, para otros los valores son nuestras libertades democráticas que disfrutamos y para la mayoría ambos a la vez. Para los mas exaltados es que nos quieren volver otra vez a la edad media alta, como si muchos de los que opinan así no tuvieran mentalidad medieval. Todo esto promovido según cierta prensa y opinadores se debe a una estrategia de personas que procesan la religión musulmana, todos ellos los mas de mil millones que existen, sin excepción.

Este rebrote se produce por el pánico en las clases populares que se acentuá al ver que se agravan sus condiciones de vida, por culpa de esta crisis crónica económica inducida por las políticas de recortes y austeridad, según el modelo neoliberal que rige actualmente en la UE. Al final la depauperización de los obreros consigue provocar el rechazo al emigrante ante la perspectiva de una dura competencia por el puesto de trabajo, salarios inferiores al haber obra de mano excedente, perdida de derechos sociales etc, etc, etc.... Esto lo saben bien los grupos políticos de extrema derecha que este miedo cala mas hondo si encima el migrante procede de una cultura y religión diferente, en algunos aspectos, y es cuando la propaganda xenófaba y racista arrecia con fuerza. Entonces las medias verdades y las mentiras mas obscenas calan en los espíritus mas temerosos de las clases populares menos instruidas políticamente, sobre todo si estas son repetidas constantemente por los medios de desinformación de masas. 

Es aquí cuando entra en escena imaginario colectivo del pérfido migrante que viene a nuestro país no solo a competir por las migajas del capital, sino a cometer todo tipo de tropelías contra nuestra forma de vida aunque esto sea totalmente falso. El caso curioso el de Alemania en que el tiene una gran población migrante de origen turco que precisamente procesa el islam y que hasta ahora no había supuesto ningún conflicto grave en la sociedad alemana y mucho menos había puesto en peligro para la “supervivencia” del modelo europeo. Esta situación convulsa es aprovechada por grupos radicales de extremaderecha para instrumentalizar la situación y obtener réditos electorales con el que llevar al gobierno su programa político, que en la mayoría de los casos delirios de glorias pasadas de frikis que jamas deberían gobernar un país.

Toda esta tensión de los atentados terroristas por radicales religiosos que van contra la “democracia” occidental paradójicamente son usados por los gobiernos de la UE precisamente para hacer lo contrario y cercenar cada vez mas las libertades que dicen defender para poder acallar cualquier disidencia a su modelo económico.

¿Que como lo van hacer? Según estos grupos políticos ultra con la inestimable colaboración de los medios de comunicación, que son los que al final crean la alarma social, es migrando a Europa en oleadas, mas bien a los países de la Unión Europea, el resto de Europa no existe. Según estas “buenas” personas un vuelco demográfico, en pocas generaciones, les permita gobernar los países, mediante la creación de partidos de corte religioso. Esta la opinión es la de los menos pesimistas, los mas catastróficas es que la “oleada” masiva de refugiados, a España han llegado 12, están ya atacando y sembrando el caos en la vieja Europa occidental con el fin de hacerse con el poder y conseguir que toda Europa, Unión Europea, sea rija según la sharía y doctrinas musulmanas mas extremistas.

Refugiados sirios y palestinos en Yarmouk, Damasco, el 31 de enero de 2014. UNRWA
Esta alarma social se consigue con una buena dosis de noticias que son falsas o el mejor de los casos son medias verdades. Si tomamos los hechos acaecidos en Alemania durante la noche vieja en la ciudad de Colonia, seguramente nos encontramos que si hubo las típicas algaradas de borrachos y que seguramente se produjeron agresiones sexuales que alguna desemboco en una violación real. Pero de ahí hacer de ello una generalización que fue planificada de antemano por un grupos numerosos de extranjeros y que todos eran de origen norteafricano o de Oriente próximo va un trecho. Los comunicados oficiales están llamando a la calma y que no es tal como aseveran los medios proclives al sensacionalismo o de las personas que por las redes sociales están instrumentalizando los sucesos en base de que los 1000 hombres eran todos radicales islámicos y refugiados sirios.



¿Nadie se pregunta para que y con que fin? Simplemente es verdad y sino lo crees o lo cuestionas, eres un bobalicón de buen corazón que no quiere reconocer la realidad, esto en el mejor de los casos. En el peor es que quieres la destrucción de los “valores occidentales” fueren cuales fueren estos. La cuestión es que son un grupo étnico homogéneo con un religión común que su único fin es hacer el mal. El plan maestro tan maquiavélicamente esbozado, solo esta en la cabeza de los que quieren verlo a si o simplemente son victimas del pánico inducido por el boca a boca, las redes sociales y ultima instancia por los medios de desinformación de masas.

¿Alguien se pregunta como es posible que un grupo de personas, aunque sea tan numeroso puede realizar tan tamaña hazaña? Estamos hablando de refugiados que huyen de la guerra, la destrucción y el hambre en sus países. Con que medios materiales pueden contar si sus propios países están arrasados y la ausencia de un estado que les respalde no les es posible realizar ese siniestro plan.

Países de origen que en su mayoría las políticas injerencistas y colonialistas de Occidente han contribuido a destruir hasta la mas mínima institución o estructura de estado. Estamos hablando del Sahara, Palestina, Líbano, Afganistán Iraq, Libia y así una larga lista de países hasta llegar a la actualidad en el que se pretende destruir al estado sirio. La falta de perspectivas para vivir por la destrucción de su forma de vivir es la que realmente hace que una ola sin precedentes de migrantes estén tratando de llegar en busca de mejores condiciones y no un plan perverso para conquistar y destruir el modelo de vida “occidental”.

En vez de buscar soluciones efectivas que contribuyan acabar con esta ola de migración y de atentados en suelo de la UE, hacemos la táctica del avestruz, pedimos mayores medidas que controlen el flujo migratorio que fortifiquen Europa con alambradas y muros cada vez mas altos, para que toda estas personas desesperadas se queden en su sitio de procedencia. O en caso extremo la encarcelación o deportación de todas las personas que no tengan nuestra misma religión.

La solución al problema esta precisamente solucionarlo en el origen. Seguramente si nuestros gobiernos dejaran de atacar a estos países destruyendo sus instituciones e infraestructuras para saquear sus recursos, no interviniendo en su política interna mediante de la desestabilización política, ya sea esta a través de propaganda contra los gobiernos de turno, la financiación de grupos de mercenarios o de cualquier otra forma de injerencia. Si esto va unido a políticas de cooperación solidaria y sincera entre naciones, seguramente no nos veríamos abocados a este escenario actual de destrucción, muerte y desesperación, ni tendríamos a cientos de miles de migrantes aporreando las puertas de la vieja Europa. Lo contrario seguir con las misma política colonialista pero con una mayor restricción de las libertades traerá mas de lo mismo o al final algo peor.

La estimagtización de un grupo étnico, religioso o incluso de una nación entera, nunca a traído nada bueno sino orgías de sangre sin precedentes, en el caso europeo conocemos de sobra sus funestas consecuencias y en que desemboco todo aquello por parte de los que utilizaron estos métodos para hacerse con el poder.




Quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial a cambio de una pequeña seguridad transitoria no son merecedores ni de la libertad ni de la seguridad.

Benjamin Franklin

jueves, 3 de diciembre de 2015

Resistiré / Barón Rojo



La canción fue escrita en los años 80, y se convirtió en uno de los éxitos internacionales del grupo heavy español Barón Rojo. Pero parece que ha sido escrita hoy mismo:


"por dinero asesináis
por placer aniquiláis
por poder nos destruis
suciamente mentís
aunque siempre vigiléis
y mis datos proceséis
no es tan fácil hacerme callar.
resistiré,
resistiré hasta el fin"

Una letra de lo más actual que parece recordar a los extremadamente crédulos o sumisos que las cosas no han cambiado demasiado y que siguen los mismos criminales en el poder.

Basta echar un ojo a la realidad para comprobar que el capitalismo sigue pisoteándolos y la minoría que vive a costa de todos perfecciona cada día más sus métodos criminales.


Sin embargo, tal y como dejaron bien claro los Barón Rojo en su letra, no se saldrán con la suya y mientras quede una pizca de humanidad, de indignación ante la injusticia y de aspiración a la razón frente a la desigualdad y la insolidaridad sobre el planeta, habrá resistencia.

La letra y el vídeo se pueden ver y escuchar a continuación:



Criminales disfrazados,
seres sin razón ni piedad
no hay palabras en el mundo
que definan vuestra maldad.
por dinero asesinais
por placer aniquilais
por poder nos destruís
súciamente mentís
aunque siempre vigileis
y mis datos proceseis
no es tan fácil hacerme callar.
resistiré,
resistiré hasta el fin
resistiré,
resistiré hasta el fin.
ordenáis a los profetas
que hablen de la guerra mundial
lleváis siglos maquinando
el final de la humanidad
y queréis hacer creer
que os importa nuestro bien
pero oculta en el disfraz
hay un arma mortal.
nos habláis de sumisión
nos pedís resignación
pero no me dejaré engañar.
resistiré,
resistiré hasta el fin
resistiré,
resistiré hasta el fin.
yo maldigo vuestro crimen
sé que lo tendréis que pagar
y no os servirá el dinero
para remediar tanto mal
contra vuestra coacción
surgirá la reacción
la sangrienta cuenta atrás
se tendrá que parar
aunque siempre vigileis
y mis datos proceseis
no es tan facil hacerme callar!!!
resistiré,
resistiré hasta el fin

lunes, 12 de octubre de 2015

Bolcheviques, enemigos del analfabetismo

Tras la Revolución de Octubre, los trabajadores se encargaron de la gestión de las empresas y de crear la administración del poder soviético. Las cadenas del zarismo y del Antiguo Régimen se habían roto, pero tocaba construir una nueva sociedad. Uno de los grandes problemas que tenía la clase obrera rusa para realizar la misión, era el analfabetismo.Grandes masas de trabajadores y trabajadoras no tenían ningún tipo de instrucción, pues habían sido concebidos como mera mano de obra a la que explotar y sacar rendimiento. En una sociedad atrasada técnicamente, los desposeídos no tenían más opción que trabajar en el campo o en la fábrica, sin posibilidad de aprender siquiera a leer. Esta lacra se acentuaba en las zonas rurales, especialmente entre las mujeres. 

Para la construcción del poder soviético era indispensable que trabajadores y trabajadoras adquirieran una mínima cultura, pues la obra que tenían por delante así lo necesitaba. Un pueblo analfabeto es un pueblo esclavo, y eso debía desaparecer. Según estadísticas militares de la época, en 1917 existía una tasa de analfabetismo del 30% en ciudades, y un 65% en áreas rurales. Lenin cita un 73% de analfabetismo entre la población adulta de Rusia, siendo las zonas no rusas aún más golpeadas por el analfabetismo. El fomento de la cultura, la instrucción y la ciencia siempre estuvo enfrente del zarismo, la desigualdad, la imposición de la iglesia, el maltrato a la mujer, el enfrentamiento entre pueblos y el salvajismo.

Los bolcheviques crearon el Comisariado de Instrucción pública, dirigido por Lunacharsky, magnífico conocedor de la literatura y el arte. Junto a él están pedagogos como N. Krupskaya y otros viejos profesores de filiación bolchevique. Su misión era crear un nuevo sistema educativo. Lo primero que hizo el Comisariado fue un llamamiento en el que se exponía en primer lugar la necesidad de erradicar el analfabetismo. También se hablaba de la necesidad de crear una escuela única, fomentar la educación para adultos e integrar a los mejores pedagogos para este nuevo tipo de educación.

La ortografía rusa fue modificada con el fin de simplificar su aprendizaje, se estableció la gratuidad de la enseñanza, se expulsó a la religión de la escuela, se acabó con la segregación de sexos, etcétera. En 1918 se firma un decreto para facilitar el acceso de los obreros y obreras a la enseñanza superior. Se inauguraron universidades e institutos técnicos.

En mayo de 1919, se celebra el primer congreso de educación de adultos, en donde se va perfilando lo que será el programa de alfabetización. El 26 de diciembre de 1919, el gobierno soviético emite un decreto "para la eliminación del analfabetismo en todo el país".Desde ese momento, las personas de entre 8 y 50 años que no supieran leer, tenían la obligación de aprender a leer y escribir en ruso o en cualquiera de las otras lenguas reconocidas. La erradicación del analfabetismo era visto como una condición imprescindible para la participación consciente de las personas en la vida política, económica y cultural.

Dependiente del Comisariado de Instrucción, se crea la comisión que dirigiría el programa"Likbez", cuyo nombre es el acrónimo de "liquidación del analfabetismo". Esta comisión organizó cursos, consiguió recursos, aulas, editó libros de texto etc. El objetivo tenía que ser cumplido en la mayor brevedad posible, pero las difíciles condiciones, tales como la situación económica y la guerra civil, hicieron que el programa no cumpliera con la inmediatez esperada.

En el año 1939, cerca del 90% de la población estaba alfabetizada. Posteriormente el analfabetismo fue erradicado. En la URSS, se podía estudiar sin importar que fueras hijo de ingenieros o de campesinos, y esto era ciencia ficción antes de 1917. Un país de más de 10.000 kilómetros de longitud, con 90 millones de personas dispersas en el territorio, se había propuesto que todos sus habitantes tuvieran acceso a la cultura. Aquello parecía una fantasía en 1919, y la URSS lo consiguió como se consiguen las metas que son justas. Millones y millones de personas adultas analfabetas pudieron leer periódicos, escribir cartas o dirigir fábricas.